Duda Transparencia Internacional que en México se combata la corrupción

Internacional
/ 27 enero 2016

    En el caso de México, Salas reconoció tener sus dudas de que se vaya a combatir realmente la corrupción a pesar de que se ha reactivado la agenda anticorrupción después de la desaparición de los 43 estudiantes. "Se ha hecho de manera muy tibia", afirmó.

    Los ciudadanos deben alzar sus voces para combatir la corrupción generalizada en el mundo, instó hoy la organización Transparencia Internacional con motivo de la presentación del nuevo Índice de Percepción de la Corrupción 2015.

    "El 2015 mostró que cuando las personas trabajan juntas se puede tener éxito en la lucha contra la corrupción", indicó la organización en Berlín sobre una corrupción que sigue siendo generalizada, pero donde hubo atisbos de esperanza al haber más países que mejoraron su puntación que los que empeoraron.

    Más de dos tercios de los 168 países incluidos en el índice de 2015 obtuvieron una puntuación inferior a 50, en una escala de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de ínfimos niveles de corrupción). Dinamarca lidera la tabla, con 91 puntos. Corea del Norte y Somalia la cierran, con ocho puntos.

    TI destacó la actuación de activistas ciudadanos en países como Guatemala, Sri Lanka y Ghana, que trabajaron de manera "intensa" para expulsar a agentes corruptos.

    "Para erradicar el abuso de poder y el soborno y sacar a la luz negociaciones secretas, los ciudadanos deben decir al unísono a sus gobiernos que ya han tenido bastante", comentó José Ugaz, presidente de TI.

    "El Índice de Percepción de la Corrupción de 2015 muestra claramente que este fenómeno sigue asolando al mundo. No obstante, 2015 también fue un año en el cual las personas nuevamente salieron a las calles para protestar contra la corrupción. A nivel global, la opinión pública envió un mensaje contundente a quienes están en el poder: es el momento de hacer frente a la gran corrupción", destacó Ugaz.

    Por su parte, Alejandro Salas, director para las Américas de TI, en declaraciones a dpa recordó que "la justicia sola no puede combatir la corrupción, la policía sola no puede, incluso el presidente solo no puede y por eso la presión de las personas es tan importante".

    Brasil es el país que más posiciones ha descendido en el índice al empeorar cinco puntos y bajar siete posiciones hasta la 76 con 38 puntos. Sin embargo, Salas ve potencial de cambio en este país, al igual que en Argentina tras el ascenso de Mauricio Macri a la presidencia del país.

    TI destacó que el escándalo de Petrobras en Brasil empujó a la población a salir a las calles en 2015 y el inicio del juicio en este caso podría ayudar a que Brasil ponga freno a la corrupción.

    "Tanto allí como en otras regiones avanzaron las investigaciones y los castigos contra personas que, apenas 12 meses antes, parecían intocables", analizó Salas. "El desafío ahora será abordar las causas sistémicas que permiten la corrupción".

    Entre los países que han tenido un mayor descenso en sus posiciones durante los últimos cuatro años se incluyen Libia, Australia, Brasil, España y Turquía. Mientras, los que han mostrado mejoras más sustanciales fueron Grecia, Senegal y el Reino Unido.

    El Índice de Percepción de la Corrupción es el indicador de corrupción más usado en todo el mundo y se elabora a partir de las opiniones de expertos sobre la corrupción en el sector público.

    Las puntuaciones de los países pueden ser positivas cuando existen mecanismos de gobierno abierto, a través de los cuales la ciudadanía puede exigir que sus dirigentes rindan cuentas. Mientras que una puntuación deficiente evidencia un contexto donde prevalece el soborno, los actos de corrupción quedan impunes y las instituciones públicas no dan respuesta a las necesidades de los ciudadanos.

    España, entre países que más han empeorado en índice de corrupción

    España es, junto a Libia, Australia, Brasil y Turquía, uno de los países que más ha empeorado durante los últimos cuatro años en el Índice de Percepción de la Corrupción 2015, destacó hoy en Berlín la organización Transparencia Internacional (TI) al publicar su listado anual.

    En el ránking de 168 países, España ocupa la posición 36 con 58 puntos, dos puntos menos que en 2014 y siete menos que en 2012. En comparación con otros países europeos figura detrás de Portugal (63 puntos), Polonia (62 puntos), Chipre (61 puntos) y Alemania, que con 81 puntos se encuentra en la posición número diez. Y muy por delante de Italia (44 puntos) y de Grecia (46 puntos).

    "El caso de España es bastante interesante, debido a todos los escándalos que han salido los últimos tiempos", comentó a la agencia dpa Alejandro Salas, director para las Américas de TI, al analizar los resultados del informe 2015.

    "Creo que antes no se hablaba sobre ello, no era un tema, pero no es algo nuevo. Al igual que en América Latina, no es que la corrupción en España empezara hace tres años, pero digamos que no era un tema, no se hacía público, no se hablaba de ello", explicó.

    "Nos llama mucho la atención ver todos los escándalos, todas las noticias que salen todos los días en la prensa española", reconoció sobre la ola de casos que alcanzan hasta a la Casa Real.

    Salas explicó que aunque en España sí se han tomado algunas medidas, como por ejemplo, alguna legislación para mejorar cómo se supervisa el dinero que va a los partidos políticos, lo importante es pasar del papel a la práctica e implementar las regulaciones aprobadas.

    "Es importante que existan las leyes, el marco legal, pero donde España va a notar la diferencia es cuando empiece a aplicar las leyes. Si no lo hace, no va a avanzar y se va a ir quedando atrás", alertó.

    Sin embargo, no cree que el hecho de que la corrupción parezca formar parte intrínseca del país sea motivo para tirar la toalla. "Definitivamente se puede luchar contra la corrupción en España. Lo que no se puede es esperar que haya un solo actor del Estado que vaya a solucionar el problema", indicó.

    En su opinión, tiene que ser un conjunto de actores que trabajen en una misma dirección. "Ahí es donde sí puedes ver el cambio", aseguró poniendo como ejemplo el caso de Brasil, donde los fiscales, los jueces y la policía persiguen a los implicados en casos de corrupción, junto con la prensa y la gente que sale a la calle a protestar y ejerce presión, "algo bien importante", destacó.

    "No es válido decir que antes no había corrupción o que desde que llegó tal partido, la corrupción es nueva. Esas son exageraciones", afirmó.

    "La corrupción obviamente se transforma. Puede ser que en el pasado hubiera más corrupción a nivel de Gobiernos locales y que hoy en día la veamos más a nivel central o que haya momentos en que la corrupción sea más centralizada, pero no es algo nuevo, que empezó en España hace cinco años", recordó.

    En este panorama de escándalos de corrupción, el emergente partido político de Podemos convirtió en parte importante de su agenda la lucha contra la corrupción, algo que para Salas es "siempre un peligro".

    "Ellos detectaron que es un tema de demanda social y por eso se hizo parte del discurso. Ahora tienen que pasar de las palabras a los hechos. Refleja un poco el fenómeno de lo que ocurre en España, se hacen las cosas en papel, pero hay que implementarlas", declaró.

    El peligro está en no cumplir con las promesas, es decir, generar expectativas. "Eso le hace mucho daño a la sociedad. Generar expectativas y después no cumplir. No hay nada peor que mentir a la gente", comentó.

    El informe anual de TI se basa en opiniones de expertos sobre la corrupción en el sector público. El resultado es un ránking de 168 países ordenados por una puntuación que va de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de bajos niveles de corrupción). En 2014 el ránking incluyó 175 países.

    Más de dos tercios de los países incluidos en el índice 2015 obtuvieron una puntuación inferior a 50. Dinamarca lidera la tabla, con 91 puntos. Corea del Norte y Somalia la cierran, con ocho puntos.

    Argentina y a Brasil con “potencial” para combatir corrupción

    Argentina y Brasil son dos países con "potencial" para combatir la corrupción, señaló hoy la organización Transparencia Internacional (TI) con motivo de la presentación del nuevo Índice de Percepción de la Corrupción 2015.

    Alejandro Salas, director para las Américas de TI, señaló a Argentina como uno de los países que puede mejorar en un futuro. "Aunque es muy temprano todavía, hay una sensación muy positiva tras las elecciones, con el final de la era Kirchner", comentó a dpa sobre el país latinoamericano que ocupa la posición 107 de la tabla con 32 puntos, dos menos que en 2014.

    En su opinión, el presidente Mauricio Macri -que relevó en el cargo a Cristina Fernández de Kirchner en diciembre- ha hablado por lo menos del tema de la corrupción en tono serio y lo ha puesto en el centro de su agenda.

    "Todavía es muy temprano para saber si va a cumplir o no, pero yo creo que hay esperanza, que hay una buena base para empezar. Habrá que ver cómo de serio es el esfuerzo para combatir la corrupción", apuntó.

    Junto a Argentina, Salas señaló a Brasil como un país con potencial, a pesar de ser el que más posiciones ha descendido en el índice al empeorar cinco puntos y bajar siete posiciones hasta situarse con 38 puntos en la posición 76 del ránking, que evalúa 168 países en base a opiniones de expertos sobre la corrupción en el sector público.

    "Brasil y Guatemala fueron los países que tuvieron la caída más grande en la región, incluso a nivel mundial", destacó Salas. "Son dos países en los que en 2015 se han descubierto unas redes de corrupción que estaban incrustadas en las estructuras de poder del Estado", declaró recordando el caso de Petrobras o el del ex presidente de Guatemala Otto Pérez Molina.

    Aunque la corrupción no es algo nuevo, en su opinión, lo que es "muy interesante" es que en ambos países hay algunas instituciones, sobre todo, las de justicia, que han funcionado.

    "Algunos jueces, algunos fiscales, parte de la policía federal brasileña son los que han logrado destapar todos estos escándalos y que están castigando a los corruptos. Y en Guatemala pasa algo parecido. Hay una comisión internacional de las Naciones Unidas, pero también la fiscalía local ha estado trabajando en eso", señaló.

    Asimismo, destacó la importancia de la voz de la gente, que en ambos países ha jugado un papel muy destacado. "La justicia sola no puede combatir la corrupción, la policía sola no puede, incluso el presidente solo no puede y por eso la presión de las personas es tan importante", recordó.

    "Viéndolo desde fuera se puede pensar que en Guatemala y en Brasil la corrupción se ha desbordado, cuando lo que está pasando es que esa corrupción, que ha existido históricamente, ahora se está descubriendo y se empieza a castigar", explicó.

    En el Índice de Percepción de la Corrupción, el indicador de corrupción más usado en el mundo, normalmente los países con instituciones democráticas más débiles son los que están más abajo.

    "No son necesariamente los más pobres y ahí está el ejemplo de Venezuela, que es un país relativamente rico, que tiene recursos, con potencial y que históricamente no ha sido de los más pobres de la región", apuntó Salas.

    "Sin embargo, tiene unas instituciones tan débiles y que están tan capturadas por intereses políticos, que la corrupción es una cosa de todos los días. Por eso Venezuela es el país más bajo de toda América Latina", comentó sobre el país que ocupa la posición 158 con 17 puntos.

    En este punto destacó la importancia de permitir que las instituciones puedan hacer su trabajo sin injerencia alguna de la política.

    "En países como México, donde la policía está al servicio de caciques locales o al servicio de presidentes municipales, de gobernadores de las provincias, la policía no está haciendo su trabajo profesional e independiente, sino que está respondiendo a intereses de ciertos grupos, muchas veces grupos ilegales como el narco. Ese es el gran problema", declaró sobre su país.

    "Por eso Venezuela, o un país como Haití están abajo y aquellos países que tienen instituciones históricamente más sólidas como es el caso de Chile y Uruguay están más arriba", agregó.

    En el caso de México, Salas reconoció tener sus dudas de que se vaya a combatir realmente la corrupción a pesar de que se ha reactivado la agenda anticorrupción después de la desaparición de los 43 estudiantes. "Se ha hecho de manera muy tibia", afirmó.

    "Se ha hecho muy poco y se avanza muy poco en el sector justicia, que insisto en que es el que marca la diferencia en países como Chile, Brasil e incluso en Colombia. Donde hay algunos espacios del sector justicia que funcionan se ve mayor esperanza de cambio", agregó.

    El informe anual de TI se basa en opiniones de expertos sobre la corrupción en el sector público. El resultado es un ránking de 168 países ordenados por una puntuación que va de 0 (percepción de altos niveles de corrupción) a 100 (percepción de bajos niveles de corrupción). En 2014 el ránking incluyó a 175 países.

    Más de dos tercios de los países incluidos en el índice 2015 obtuvieron una puntuación inferior a 50. Dinamarca lidera la tabla, con 91 puntos. Corea del Norte y Somalia la cierran, con ocho puntos.

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