El Coahuila de ciudadanos sin derechos que ve Tereso

Politicón
/ 9 octubre 2016
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La guerra electoral en Coahuila comenzó mucho antes de iniciar oficialmente el proceso para renovar los poderes del Estado. Así, entre la paja y el ruido propios de la temporada, se han ido perdiendo asuntos trascendentales dentro del vórtice informativo.

Me detengo en uno de ellos que no tuvo repercusión y es importante que no pase inadvertido.

Tereso Medina, uno de los tres senadores de la República que representan a la entidad (la cuarta, Hilda Flores, al ser plurinominal emanada de una circunscripción nacional vela por los intereses del PRI aunque sea coahuilense por nacimiento), declaró el pasado 27 de septiembre a un periódico de la localidad que la deuda pública de Coahuila “es caso cerrado”.

No sólo eso, sentenció además que “quien tiene derecho a ver el tema son los bancos”.

En opinión del legislador –que dice ser abogado laboral en su hoja de vida– sólo las instituciones de crédito tienen derechos, no usted ni yo. Nosotros, por consecuencia lógica, sólo tenemos obligaciones. La obligación de pagar, concretamente.

¿O de dónde piensa usted que sale el dinero que mes a mes abona la Secretaría de Finanzas al “servicio de la deuda”, sino de nuestras contribuciones?

Y como “los bancos ya no dijeron nada” –en palabras del mismo representante– pues a otra cosa, mariposa.

Ahora bien, qué tendrían que decir ellos si están en una cómoda situación de privilegio y ventaja. El problema lo tenemos nosotros.

Para dimensionar: de 2010 a la fecha los bancos han recibido 19 mil 923 millones de pesos por concepto de intereses producto de 28 contratos de crédito, y seguimos debiéndoles lo mismo, incluso 2 mil millones de pesos más a comparación de como dejó las finanzas estatales en 2011 el actual prófugo de la justicia estadounidense, Jorge Torres López.

Otro dato para recordar por qué no puede quedar impune la fechoría: en 2010 el Gobierno del Estado ingresó 21 mil 229 millones de pesos por concepto de “financiamiento obtenido en préstamo” y sólo 700 millones fueron reportados a la Auditoría Superior en la Cuenta Pública anual. De tal forma fueron ocultados 20 mil 529 millones de pesos.

Lo expresado por Tereso Medina, por tanto, no se puede considerar un desliz, un gazapo, un lapsus o como quiera usted justificarlo.

Significa, por el contrario, un discurso de clase que revela de cuerpo entero al partido que representa el dirigente sindical. Un llamado a desentenderse. A que otros –la cúpula política, en este caso– se ocupen. No las bases. Como si un trabajador no debiera intervenir en la cosa pública. Como si no fueran ciudadanos, sino mano de obra prescindible y reemplazable con credencial para votar en el mejor de los escenarios.

“Mejor hay que trabajar para pagar la deuda”, propuso.

Sin embargo, esa cantaleta del “deja de criticar, ponte a jalar”, del “no hay de otra” que tanto daño ha hecho a una sociedad tan apática como la coahuilense, es una treta de orígenes bíblicos incorporada en nuestro sistema político para beneficio de unos cuantos. Y es un ofrecimiento peligroso, a su vez.

No en vano Tereso se ufana de la “paz laboral” en Coahuila. De acumular 20 años con el rebaño apaciguado porque “las huelgas afectan la productividad” y otros argumentos falsarios.

Lo deleznable es que, en el fondo, sólo se trata de mercadear con obreros, seres humanos, como moneda de cambio para obtener posiciones políticas en una eventual candidatura del Alcalde priísta de Torreón a la gubernatura del Estado y, por consiguiente, pugnar la continuidad del grupo que ha ejercido el poder desde 2005. Tomar partido. Quedar bien. Alinearse. 

Pero a costa de los demás.

Cortita y al pie

A final de cuentas Tereso es uno más a la lista. En sintonía con lo dicho por Miguel Riquelme siendo secretario de Gobierno, en 2012, sobre “darle vuelta a la página” al tema de la deuda pública; o el propio gobernador Rubén Moreira respecto a que se trata de “información que ya pasó”; o el diputado local Ricardo Saldívar, quien acusó de “tontos” a quienes cuestionaban el caso.

La última y nos vamos

Ya va siendo hora de levantar la cara y poner un alto a tanto cinismo, ¿no cree usted?

@luiscarlosplata

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