Escándalo de Volkswagen salpica a Seat

Varios modelos de Seat, filial española de Volkswagen (VW), están afectados por las nuevas irregularidades en las emisiones que hoy reveló la empresa automotriz alemana.

En un inicio el escándalo de manipulación se refería a las emisiones de óxido nítrico, pero las investigaciones internas de VW determinaron ahora que en algunos motores hay irregularidades en las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

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Entre los modelos afectados están el Seat León y Seat Ibiza con motores diésel, explicó un portavoz de VW. También están afectados los modelos diésel de VW Polo, Golf y Passat, Audi A1 y A3 y Skoda Octavia. Se trata de motores de 1.2, 1.6 y 2.0 litros cuyos grupos electrógenos proceden de la matriz de VW en Wolfsburgo.

VW reconoció que en este nuevo caso también está afectado un pequeño número de un tipo de motores de gasolina.

Seat ya se vio alcanzado por el escándalo destapado en septiembre por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos y que se extendió a 11 millones de automóviles en los que se instaló un software que permitía reducir las emisiones de gases contaminantes durante las pruebas de laboratorio.

La filial española admitió entonces que equipó algunos de sus vehículos con los motores diésel EA189, investigados en el marco de ese primer escándalo. Tras ello, el gobierno español anunció que exigiría a Seat la devolución de las ayudas recibidas en concepto de vehículo eficiente de aquellos automóviles afectados por el fraude.

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A principios de octubre, VW garantizó al Ejecutivo español que mantendrá sus inversiones en España incluso después del estallido del escándalo.

Las inversiones previstas ascienden a 3,200 millones de euros en la planta que Seat, filial del grupo alemán, tiene en Martorell, cerca de Barcelona, y a unos 1,000 millones en la de Navarra, en el norte, donde se fabricará el nuevo modelo Polo. El programa de inversiones lleva aparejadas ayudas del gobierno español para impulsar la innovación.

Las nuevas irregularidades reveladas por VW afectan por lo menos a unos 800,000 vehículos y los riesgos económicos podrían ascender a unos 2,000 millones de euros (2,180 millones de dólares).