HAARP, arma apocalíptica

Politicón
/ 27 abril 2016
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De acuerdo con la epidemióloga y monja doctora, Rosalie Bertell, HAARP forma parte de un sistema de armamentos, que tiene consecuencias ecológicas potencialmente devastadoras. Con cientos de millones de vatios de potencia se crea el efecto espejo de las antenas actuando como una sola, podría dirigir sus efectos a cualquier zona del planeta, anomalías climatológicas en ambos hemisferios del planeta. Afirma que el terremoto que sufrió Japón 3/11 fue creado con tecnología.

José Tous Borrás, periodista de investigación,  publicó en julio de 2009 (wordpress.com)  sobre un misterioso proyecto que llevan a cabo la Marina y la Fuerza Aérea de EU, con las siglas HAARP, High Frequency Advanced Auroral Research Project (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta Frecuencia). 

En Gakona Alaska, tienen 180 antenas que, al estar funcionando en conjunto como una sola, emiten un billón de ondas de radio de alta frecuencia que penetran en la atmósfera inferior e interactúan con la corriente de los electrojets aureales.

La electricidad flotando sobre la Tierra es llamada Electrojet aureal.  Al depositar energía en ella cambia el equilibrio,

El HAARP actúa como un gran calentador ionosférico, el más potente del mundo, en ese sentido —escribe José Tous Borrás— podría tratarse de la más sofisticada arma geofísica construida por el hombre.

Bombardeando la atmósfera con rayos de alta frecuencia. Convirtiendo las ondas de baja frecuencia en alta intensidad, podrá también afectar cerebros humanos, activar toda clase de virus y bacterias… ¿le suena familiar?

Con cientos de millones de vatios de potencia se crea el efecto espejo de las antenas actuando como una sola, podría dirigir sus efectos a cualquier zona del planeta y causar anomalías climatológicas en ambos hemisferios del planeta.

Científicos de la Universidad de Stanford, aseguran que el clima mundial podría ser controlado mediante la trasmisión de señales de radio, relativamente pequeñas, a Cinturones de radiación de Van Allen, uno de los componentes del sistema más grande y complejo llamado Magnetósfera.

Esas pequeñas señales de radio, lanzadas por resonancia desde la Tierra, pueden activar y controlar energías enormes. Impulsar corrientes marinas y crear huracanes, inundaciones, sequías prolongadas.  O empujar placas tectónicas creando maremotos y terremotos.  

La “explicación oficial” de EU para el gran público, fue que los proyectos no tenían fines bélicos. Sino que se trataba de mejorar el conocimiento de la física de la alta atmósfera, incrementar el nivel de ozono en la estratósfera y realizar estudios del impacto del cambio climático en nuestro mundo… Ajá.


¡Decídete a ser feliz hoy!        

   @_A_lfonsina

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