Hermosa, el nombre clave de Kate

Politicón
/ 12 enero 2016
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Desde la prisión del Altiplano el año pasado, el líder del cártel de Sinaloa inició los trámites para que “El Chapo Guzmán” fuera una marca registrada que no se pudiera usar y citar libremente.

Las autoridades detectaron que instruyó a sus abogados para que acudieran al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial a tramitar el copyright. 

Se lo negaron, pero esa fue la primera pista que tuvieron las autoridades mexicanas de que el narcotraficante más famoso del mundo quería hacer una película sobre su vida.

Según la información que consta en el expediente del caso, desde la cárcel Guzmán Loera encargó al abogado coordinador de su defensa, Óscar Manuel Gómez, que contactara a la actriz y productora Kate del Castillo, invitarla a visitarlo en Almoloya y cederle el proyecto.

Pero la cita se retrasó… porque El Chapo se fugó el 11 de julio.

A partir de esa noche, se inició una estrecha colaboración entre las instituciones de inteligencia de Estados Unidos y México. 
El Cisen y la Marina recibieron apoyo de la CIA, la DEA y los US Marshalls.

Según los datos de la indagatoria, Joaquín Guzmán Loera, ya en libertad, y Kate del Castillo Negrete Trillo mantuvieron comunicación esporádica y triangulada para agendar el encuentro. Ella convocó al actor y activista estadounidense Sean Penn a sumarse al equipo. En sus intercambios, Kate del Castillo habría expresado su preocupación de que a Guzmán Loera lo fueran a arrestar o matar a consecuencia del encuentro. Él habría contestado que no se preocupara. 

La inteligencia México-estadounidense conoció que el licenciado Andrés Granados, también abogado del narcotraficante, fue el enlace para fijar una fecha, 2 de octubre, y un lugar, el municipio serrano de Cosalá, Sinaloa.

De acuerdo con fuentes con acceso a la investigación, en el momento en que supieron que un ciudadano estadounidense estaba por encontrarse con El Chapo, y ante la posibilidad de que las autoridades mexicanas realizaran justo ahí el operativo de captura con desenlace impredecible, las agencias del gobierno de Estados Unidos se retiraron de la mesa de cooperación. 

No era cualquier ciudadano. Era un prestigiado representante de la poderosa industria de Hollywood. Desde ese momento, la colaboración binacional quedó congelada.

El 2 de octubre, los invitados llegaron en vuelo de Los Ángeles a Guadalajara, y de ahí fueron trasladados por tierra a Santa María del Oro, Nayarit, donde la organización de Guzmán dispuso su transporte vía aérea hasta Cosalá. Estuvieron siempre acompañados del abogado Granados, según información de inteligencia gubernamental.

El actor regaló al capo el popular libro de autoayuda El Secreto. Y acordaron grabar posteriormente una entrevista para darle peso y credibilidad al proyecto de la película. Pactaron que el guión de la cinta y el texto de la entrevista deberían ser aprobados por Guzmán Loera.

El expediente señala que Kate del Castillo recibió del Chapo un teléfono. Para él, su nombre clave era Hermosa o Dama. En los 
meses posteriores se lo cambió una vez.

Tras esa reunión, la comunicación entre actriz y capo continuó. Ella le pidió las fotos que habían tomado sus escoltas porque a los dos actores les quitaron los celulares. Ambos le recomendaron a un abogado en la Unión Americana, Joshua L. Drakel.

Las autoridades tienen documentado un encuentro secreto entre Kate del Castillo y Andrés Granados, el abogado, en el estacionamiento de las trajineras de Xochimilco una madrugada. Presumen que ahí se entregaron las 17 preguntas de la entrevista difundida por la revista Rolling Stone.

Para los investigadores mexicanos, no es verdad que Sean Penn haya jugado un papel tan protagónico en la relación con el 
Chapo como se ufanó ante Rolling Stone y The New York Times. Y desestiman la historia que relató sobre teléfonos que cambiaba casi a diario y comunicación directa con el más buscado. Aseguran que Kate del Castillo era realmente el contacto, y de manera triangulada.

En el expediente hay por lo menos una comunicación que despierta sospechas a la PGR porque “parecería ir más allá de la colaboración por la película”, me dice una fuente cercana al caso. 

José Manuel Merino, director general de procedimientos internacionales de la PGR, confirmó que la dependencia investiga a ambos actores por su relación con el capo. Kate del Castillo no respondió a la solicitud de entrevista. 

Esa reunión del 2 de octubre dio pie a la Operación Tlatelolco, que casi deriva en la captura del Chapo el 6 de octubre. En la efectiva aprehensión del jueves pasado, fue solo una de muchas piezas.

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