‘Jason Bourne’, más de lo mismo
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Pantallas, conspiraciones, secretos, mala memoria… ¿ya hemos visto esto antes? Sí y no hay suficiente para tratar de salvarla de ser la peor de la saga
Calificación: 6.5 de diez
Siempre he pensado que a las cintas de “Bourne”, a excepción de “Ultimatum” (2007), les faltan secuencias de acción. Uno sólo puede ver hasta cierto punto a agentes de la CIA dando órdenes a tipos en computadoras, viendo pantallas y siguiendo los pasos de Jason Bourne en alguna parte del mundo, hasta que nos den ganas de que, por favor, el héroe comience a golpear a alguien o salga disparado en una motocicleta. Me queda claro que gran parte de estas películas, sobre todo las dos primeras, son más thriller político que acción, pero basta con una buena secuencia de este tipo para ver cómo la cinta se levanta. Pero ya pasó, ¿no? Ya no hay nada nuevo que contar. Pues no, no lo hay, pero eso no es ningún impedimento para sacar otra película.
Como su seco nombre lo indica, “Jason Bourne” supone el regreso del famoso personaje interpretado por Matt Damon, a nueve años de “The Bourne Ultimatum” y tras el descanso que le proporcionó Jeremy Renner en “The Bourne Legacy” (2012). Y la trama les sonará muy familiar: Bourne descubre que hay otra cosa de su pasado que no recuerda y en su camino por descubrirla, tendrá que enfrentarse a la CIA, quienes ocultan proyectos secretos y mandarán a unos cuantos matones para que lo detengan antes de que ponga en peligro sus oscuros programas. Aquí la novedad es que hay una especie de Steve Jobs que quiere espiar a todas las personas desde sus celulares, o algo así.
Y no crea que este nuevo personaje, interpretado por el talentosísimo Riz Ahmed, le aporta gran cosa a la trama. La trama sigue siendo en esencia la misma: Bourne corriendo por varias ciudades, los agentes de la CIA siguiéndolo en monitores, rastreando sus llamadas, etcétera. Ocasionalmente se encuentra con algún asesino o francotirador, el principal de los cuales es interpretado aquí por el fabuloso Vincent Cassel. Y ya que hablamos de nuevos rostros, hay que mencionar la presencia de la también increíble Alicia Vikander y el legendario Tommy Lee Jones, quienes terminan siendo eso nada más, “nuevos rostros”, porque sus personajes ya los hemos visto antes. La mujer intrigada por Bourne y el agente terco en querer matarlo.
Y la razón por la que lleno de flores al elenco, es porque todos son increíbles, incluyendo a Matt Damon, quien llega con toda la presencia que Jason Bourne imponía hace nueve años. Y digo esto sólo para añadir, a la lista de diversos problemas que tiene esta cinta, que es una verdadera lástima que desperdicie de esta manera a tantos y tan buenos actores. Ellos hacen muy bien su trabajo, pero sus personajes no tienen mucho qué explorar. Claro, me van a decir que es una cinta de acción, que los personajes no tienen que ser tan profundos y tienen razón. El problema es que todos, salvo el personaje de Ahmed, parecen calcados de los guiones pasados.
¿Y cuál es el problema con la trama del personaje de Ahmed? Que no aporta nada y parece ser puro pretexto para estar en “la moda” del espionaje, de los peligros de dar nuestra información personal en redes y celulares, etcétera. La película en cuestión no es esa, la cinta es Bourne corriendo y peleando y los demás persiguiéndolo. Así, igualito, como ha sido desde que salió “The Bourne Identity” en 2002. Ahora bien, no necesariamente contar lo mismo tiene que sentirse repetitivo, la trilogía original creo que lo hace muy bien. Me parecen tres historias similares muy consistentes, guiones inteligentes que además se las arreglan para mejorar con cada nueva entrega.
El primer problema llegó con “The Bourne Legacy”, que se siente como una mala copia de todo lo anterior, con todo y la ausencia del protagonista. Pero así como sucede ahora en “Jason Bourne”, en ese entonces teníamos un buen elenco encabezado por Jeremy Renner y Rachel Weisz, con apariciones de Edward Norton y Oscar Isaac. Todos muy comprometidos, pero sin mucho qué hacer. El resultado: una película genérica que se siente como una repetición mediocre, pero que en algún lugar oculta algo interesante, un par de escenas que nos dicen que no todo estaba perdido. La nueva película es un caso muy similar, pero con todo y Damon de regreso, no logra ser mejor. Si había una buena historia en esta quinta entrega, no la alcancé a ver por ningún lado.
Y así, durante casi toda la película me la pasé pensando estas cosas, mirando mi reloj y esperando escuchar “Extreme Ways” de Moby (canción con la que siempre terminan) en cualquier momento. No estaba sorprendido, estaba medianamente entretenido, pero ya rumbo al final estaba seguro que nada sobresaliente iba a pasar. Y de pronto, oh sorpresa, llegó esa persecución en carros por las calles de Las Vegas. Destrucción y caos que llevan a esta película a las alturas de “Rápido y Furioso” y que me despertaron de mi letargo. ¡Sí! Esto es lo que quería ver. Más velocidad, más acción, más golpes. No me interesa si la CIA tiene un nuevo programa secreto, ni si Jason Bourne descubrió algo nuevo sobre su papá. Quiero verlo pateando traseros, ya sea a bordo de un vehículo o con sus puños.
Quizá mis exigencias son partiulares, pero tomemos como ejemplo la trepidante “Ultimatum”, que no paraba en ningún momento y a gran velocidad nos llevaba por una trama repleta de adrenalina. Si aquella, digamos, era como correr en moto, esta es como andar en una lanchita por un lago amplio, pero que no tiene muchos horizontes para explorar. Esto no es un drama, “Jason Bourne” sí necesita de más acción, de más energía, más emoción. Y aunque debo admitir que la película no es pésima, sí debemos decir que, en comparación con las otras, es la peor. Es innecesaria y si había algo interesante qué contar, lo dejó de lado por presentar un historia demasiado familiar. Es decir, tiene esa perscusión en Las Vegas, pero así es como debíamos sentirnos durante el resto de la trama también.
El dato
> Diretor: Paul Greengrass
> Elenco: Matt Damon, Tommy Lee Jones, Alicia Vikander, Riz Ahmed, Vincent Cassel.
> Género: Acción / thriller
> Clasificación: B
> Duración: 123 minutos