Joven matrimonio muere por cocinar tamales, un descuido les costó la vida
Tras culminar la elaboración de un pedido de tamales, Erick “N”, de 21 años de edad, y Verónica “N”, de 17, los pusieron a la lumbre a cocer y decidieron tomar un descanso. Jamás volverían a despertar
Chiautempan, Tlaxcala.- Dejar la olla de tamales con la estufa encendida e irse a dormir, le costó la vida a una joven pareja de recién casados que vivía en un departamento de la Unidad Habitacional Panzacola, en Chiautempan
La tarde de ayer, tras culminar la elaboración de un pedido de tamales, Erick “N”, de 21 años de edad, y Verónica “N”, de 17, los pusieron a la lumbre a cocer y decidieron tomar un descanso.
Pero al vencerlos el sueño, no se percataron que el fuego consumió el agua, por ello se quemaron hojas y masa y se flameó el bote de aluminio, de ahí que al aspirar el humo perdieron la vida.
Alrededor de las 14:30 horas, una persona que apenas la semana pasada había rentado el departamento a la pareja, marcado con la letra A del edificio 20, tocó la puerta para entregarles su duplicado completo de llaves, pero al no obtener respuesta reportó lo ocurrido a su familia.
Así, los padres de Edgar “N” insistieron con llamadas a sus respectivos teléfonos celulares, pero al no obtener respuesta, acudieron a las 16:30 horas al domicilio, donde al percatarse de un fuerte olor a quemado, rompieron las ventanas e ingresaron por la fuerza.
Al observar que ambos jóvenes estaban tirados y sin signos vitales, reportaron lo sucedido al Servicio de Emergencias 911 y a los pocos minutos arribaron paramédicos de Tlaltelulco y de la Cruz Roja, así como personal de Bomberos y de Protección Civil de Chiautempan, quienes al no poder hacer nada al respecto, acordonaron la zona.
De acuerdo con familiares de los fallecidos, la joven Verónica “N” contaba con seis meses de embarazo y es originaria de la comunidad Tlatempan, municipio de Apetatitlán, mientras que Edgar es oriundo de San Pablo Zitlaltepec, y viene de una familia dedicada a la elaboración y venta de tamales.
Al lugar arribó más tarde personal del Servicio Médico Forense, así como de peritos y médicos legistas, quienes ejecutaron las diligencias de evantamiento de ambos cuerpos y los trasladaron a la morgue para practicarles la necropsia de ley.