​La Laguna: ¿zona de feminicidios?

Politicón
/ 13 febrero 2017

Si se trata de feminicidios, resulta obligado que instituciones del Estado investiguen a fin de descubrir las causas sociales detrás del mismo y evitar que se multipliquen

Ayer fue localizado el cuerpo sin vida de una mujer a quien presumiblemente se habría dado muerte a pedradas y con éste suman ya tres casos de mujeres asesinadas de forma violenta en la última semana en la Región Laguna de nuestra entidad.

No se trata de encender las luces de alarma de forma gratuita, pero tres casos en sólo ocho días constituyen sin duda una tendencia y una de carácter especialmente preocupante.

No todos los casos de mujeres que son víctimas de homicidio constituyen un feminicidio. De acuerdo con el Código Penal del Estado, para que la hipótesis de tal delito se actualice es necesario que el crimen sea motivado por razones de género, es decir, que la víctima lo sea debido específicamente a su condición de mujer.

Tampoco puede afirmarse, sin conocer los expedientes de tales casos, es decir, los detalles de las investigaciones, que existan elementos para señalar, a priori, que las tres víctimas de los últimos días hayan sido privadas de la vida en virtud de su condición femenina.

Sin embargo, resulta imposible soslayar el hecho concreto de que tres crímenes, cometidos en circunstancias violentas en contra de mujeres, obligan a no descartar la hipótesis del feminicidio; obligan a realizar las investigaciones necesarias para, en todo caso, descartar dicha hipótesis.

Porque, si se trata de feminicidios, no se trata solamente de modificar la tipificación penal en el expediente de cada caso, a fin de castigar con acuerdo a la norma al o los perpetradores de los crímenes. Hay mucho más en juego en tales circunstancias.

Si se trata de feminicidios, resulta obligado que las instituciones del Estado se aboquen a investigar el fenómeno desde una perspectiva multi disciplinaria a fin de descubrir las causas sociales detrás del mismo y evitar que la tendencia derive en la multiplicación de los casos.

Lamentables episodios de nuestra historia reciente, como el de “Las Muertas de Juárez” iniciaron así: con casos aparentemente aislados que sólo fueron vistos como desagradables ejemplos de violencia que tan sólo requerían investigaciones tendientes a descubrir a los autores materiales e intelectuales, arrestarles, juzgarles y condenarles.

Con el tiempo quedó claro que eso no bastaba; que detrás del fenómeno se ocultaba una circunstancia social que implicaba la existencia de una disposición a la violencia en contra de las mujeres por el sólo hecho de ser mujeres.

Debemos asegurarnos que no sea el mismo germen el que se oculta detrás de los crímenes de La Laguna. O si lo es, debemos asegurarnos de responder adecuadamente a dicha eventualidad pues, como ya se ha dicho antes, frente a circunstancias como ésta no es suficiente investigar y castigar criminales. Además es necesario atacar el problema desde la raíz.
 

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