No hay crisis… hay estabilidad: Peña Nieto

Nacional
/ 7 marzo 2016

Presidente da su visión de país y defiende sus reformas

El populismo es la forma estridente y simplista de plantear soluciones a problemas que no se resuelven de manera fácil

CIUDAD DE MÉXICO.- Las reformas estructurales  y el efecto que considera que tendrán para el desarrollo del país. La situación económica de la nación. Su visión sobre las implicaciones que tendrá para la relación bilateral las próximas elecciones en Estados Unidos, y su postura frente a los procesos electorales de 2016 y 2018 en México, de eso habla el presidente Enrique Peña Nieto..

Estamos a la mitad de su sexenio, los primeros tres años fueron de reformas estructurales, ¿Podría ya realizarse un corte de caja?

—Al contrario. Creo que lo que este gobierno se ha propuesto hacer, y así lo continuaremos haciendo, es romper barreras, romper eso que nos impide ir a un mayor paso, más acelerado, en favor del desarrollo de México.

Somos una gran nación, con un enorme potencial. Muchos beneficios ya se empiezan a apreciar que son consecuencia de las reformas, pero lograr la debida instrumentación de éstas es parte de un proceso que toma su tiempo.

Fue un gran paso materializar 13 reformas… Y hoy como está el mundo, la verdad es que no hay otra nación que en los años recientes hubiese impulsado una agenda de reformas como la de México.

Hablando de ese entorno mundial difícil, y las circunstancias propias del país, al parecer ha habido una instrumentación irregular de algunas de estas reformas. ¿Cuáles lo han dejado más satisfecho y cuáles no?

—Yo diría que todas van en ruta de su debida instrumentación, hay otras que no han concluido su proceso de legislación secundaria, por ejemplo, el Sistema Nacional Anticorrupción, pero yo espero que en este proceso legislativo se dé.

 [De] no haber hecho la reforma fiscal, hoy ante la caída en los precios del petróleo, lo cual era difícil haber adivinado, el gobierno hubiese tenido que hacer eventualmente un ajuste todavía mayor.

Permítame regresar a la reforma energética. El impacto de esta al parecer fue mermado por el desplome del mercado petrolero

—Creo que hay que enfrentar este escenario, que lo están enfrentando los países productores de petróleo, pero también advierto que no es un escenario permanente. Lo que sí es que un cambio de modelo es lo que permite la reforma; de ahí que en su instrumentación [ya] se ha apreciado y se ha observado que hay empresas resueltas a hacer inversiones importantes.

Ante la caída de los ingresos petroleros, ¿cuáles son las alternativas?

—Hay una muy clara: actuar con gran responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, lo que nos ha llevado a hacer un ajuste en el gasto del gobierno.

¿Por qué? Porque el gobierno hoy tiene una menor dependencia del petróleo, el gobierno, no la economía. De hecho, hoy nuestra economía no es una economía que dependa del petróleo, tiene un componente en la actividad petrolera, pero no es la actividad predominante como hace 30 años.

Dos serían las otras formas de hacer frente a este escenario de precios del petróleo.

Una, contratando más deuda, lo cual me parece que no es la ruta responsable ni correcta. La otra sería recurrir a nuevos impuestos, lo cual tampoco el gobierno ha decidido hacer.

Pemex vive una grave crisis. ¿De qué tamaño es el problema? ¿Tiene solución?

—Creo que tiene solución. Estoy convencido de que Pemex es una gran empresa del Estado mexicano, una empresa productiva, una empresa que va a entrar en un mercado de mayor competencia, porque habrá otras empresas que se instalen aquí.

Y Pemex, como le ocurre a las empresas petroleras, debe enfrentar este escenario de precios bajos del petróleo. ¿Por qué están bajos? Porque hay mucho petróleo en el mundo.

¿Se podría garantizar que no se vivirá una nueva crisis económica?

—Lo que estamos haciendo es, precisamente, para evitar que eso ocurra. Estamos actuando con responsabilidad. Precisamente, en un escenario inédito que hoy vive el mundo.

¿Le preocupa, Presidente, que Donald Trump pueda llegar a la Presidencia de Estados Unidos?

—Yo creo que no. Es evidente que no se puede compartir la visión, ni los posicionamientos que este actor y aspirante a la Presidencia ha tenido. Por supuesto que no comparto y, al contrario, soy de los que lamenta y condena ese tipo de expresiones, que me parece son por un desconocimiento de México.

Ante la eventual extradición de “El Chapo”, ¿no debería Estados Unidos garantizar que el capo pasará el resto de sus días en prisión?

—En este caso lo que debe aplicarse no es lo que uno piense, sino lo que en derecho corresponda.

Y es innegable que hablamos es de un delincuente de alta peligrosidad, con una historia muy señalada por delitos cometidos, y que tendrá que enfrentar los procesos legales aquí y allá.

¿Cuál debe ser la pena? Yo no soy juez.

—Al parecer, el caso Ayotzinapa se empantanó. Todo apunta a que habrá dos versiones irreconciliables. ¿Tendría el Estado que acostumbrarse a vivir ese estigma?

—Es el primer tema en el que sí tengo una posición muy clara. Creo que aquí no se puede ni señalar, ni siquiera pretender culpar al gobierno federal de tener que ver con este tema lamentable.

¿Está en deuda el Congreso en materia de seguridad y de combate a la corrupción?

—Está en la oportunidad de abrir el debate sobre ese tema.

¿Son una prioridad?

—Sin duda. Son iniciativas presentadas ya hace varios meses, sino es que más de un año, y veo el escenario posible de que el Congreso pueda debatir sobre esos temas y, finalmente, agotar ya lo que es la conclusión del proceso legislativo.

¿Mando Único o Mando Único Mixto?

—Estoy en favor del Mando Único, que es el sentido de la propuesta presentada, pero lo importante es finalmente, encontrar el mecanismo que fortalezca y contribuya a dar seguridad en las distintas regiones del país.

¿Qué acciones prepara su gobierno para responder a las críticas de organismos internacionales, recientemente Amnistía Internacional, sobre violaciones a los derechos humanos?

—México no ha dejado de reconocer que hay retos en esta materia. Pero, al mismo tiempo, hay que reconocer que el gobierno ha tomado acciones y decisiones para asumir un compromiso serio en este tema.

¿No teme que su Presidencia sea recordada más por temas como Tlatlaya, Ayotzinapa, o el de la Casa Blanca, que por sus reformas?

—No me corresponde hacer una calificación ni, sobre todo, definir cuál será el legado de esta administración.

Creo que como ha sido tarea de todo Presidente, mi compromiso es hacer mi mayor esfuerzo para que a México le vaya bien.

Nadie llega a esta tarea, a la responsabilidad de ser Presidente, no lo he hecho yo, buscando cómo impido que México avance o qué frenos le pongo a México. Todo lo contrario. Mi dedicación, mi empeño, mi entrega, ha sido para que a México le vaya mejor.

Ya están en puerta las elecciones en una docena de estados, ¿teme un voto de castigo para el PRI, por lo que se percibe como un mal momento económico?

—Yo creo que es, y perdón que insista, pero yo creo que esta reiterada percepción de que hay un mal momento económico, yo no lo aprecio así, y de verdad... (si) algunos están empeñados en decir que hay un mal momento económico, pues se ve que no conocen lo que está pasando.

Se dio a conocer, de manera extraoficial, una lista de 10 presidenciables del PRI rumbo a 2018; entre ellos, los secretarios Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio Nuño, el líder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en fin... ¿Cómo ve ese grupo?

—Yo creo que cuando estás en la política es inevitable que quienes hacen política y que están en el activo, obviamente sean los considerados para entrar en una contienda político-electoral el día de mañana. 

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