"No siento respeto por el mundo ruso de Stalin y Putin”: Alexiévich
COMPARTIR
TEMAS
La designación hoy de la bielorrusa Svetlana Alexijevich como Premio Nobel de Literatura confirma los pronósticos de las principales casas de apuestas y de expertos suecos en literatura.
Minsk, Bielorrusia.- La bielorrusa Svetlana Alexiévich, galardonada con el Premio Nobel de Literatura, aseguró hoy en su primera comparecencia pública que no siente respeto por "el mundo ruso de Stalin y Putin".
"Respeto el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo ruso de Stalin y Putin", dijo durante una rueda de prensa retransmitida en directo por internet.
Alexiévich, quien llegó al acto en el coche del embajador sueco, se mostró agradecida por el galardón ante decenas de periodistas que la aguardaban en la sede del PEN Internacional de la capital bielorrusa.
"Tampoco me gusta ese 84 por ciento de rusos que llama a matar ucranianos", señaló la escritora que nació en 1948 en el oeste de Ucrania.
Además, se mostró convencida de que con su campaña de bombardeos en Siria, el presidente ruso, Vladímir Putin, está llevando a su país a un "segundo Afganistán".
La Guerra de Afganistán, acontecimiento que precipitó la desintegración soviética, es el protagonista de su libro "Los chicos del zinc" (1989), escrito desde el punto de vista de los veteranos y de las madres de los caídas en el país centroasiático.
La escritora confesó que quiere "mucho" a Ucrania y recordó que estuvo en la revolución que tuvo lugar el pasado año en Kiev en la que fue derrocado el presidente, Víktor Yanukóvich.
"Estuve en (la plaza) Maidán y he llorado ante las fotografías de la centuria celestial", los ciento caídos en la revuelta popular de febrero de 2014, dijo.
Svetlana Alexijevich, la gran favorita en casas de apuestas y en Estocolmo
La designación hoy de la bielorrusa Svetlana Alexijevich como Premio Nobel de Literatura confirma los pronósticos de las principales casas de apuestas y de expertos suecos en literatura, que la señalaban como favorita indiscutible.
La periodista bielorrusa encabezaba desde hace días las apuestas por delante de habituales como el japonés Haruki Murakami y los estadounidenses Philip Roth y Joyce Carol Oates.
A pesar del secretismo que rodea aparentemente a la Academia Sueca, los aciertos de las casas de apuestas no son nuevos y en los últimos años se han dado varios casos de nombres que experimentan una subida vertiginosa en los pronósticos en los días u horas previas a la concesión del galardón.
Ocurrió en 2003 con el sudafricano John Maxwell Coetzee; en 2006, con el turco Orhan Pamuk; en 2008, con el francés Jean-Marie Le Clézio; y al año siguiente, con la alemana Herta Müller.
La casa británica de apuestas Ladbrokes tuvo que cerrar por ejemplo los pronósticos horas antes del fallo en 2008 porque Le Clézio pasó de estar en poco tiempo 15 a 1 a 2 a 1.
La Academia Sueca abrió luego una investigación por posibles filtraciones, pero quedó en nada.
Alexijevich contaba también este año con un aval poderoso, el de Maria Schottenius, exjefa de Cultura de Dagens Nyheter, el diario sueco más prestigioso.
Schottenius acertó dos años seguidos con Le Clézio y Müller, pero entonces negó haber recibido filtración alguna y lo atribuyó en broma a la "brujería".
En una entrevista hace una semana al diario para el que antes trabajaba lanzó el nombre de Alexijevich, que ya venía sonando con fuerza desde hace años, como su única favorita.
Alexiévich, sexto autor en lengua rusa que recibe el Nobel
La bielorrusa Svetlana Alexiévich, galardonada hoy con el Premio Nobel de Literatura, es el sexto literato en lengua rusa que recibe ese galardón.
Al recibir la noticia, Alexiévich se mostró orgullosa de estar en la misma lista que el ruso Boris Pasternak, autor de la célebre novela "El doctor Zhivago".
El primer escritor en ruso que recibió este honor fue Iván Bunin (1933), novelista que labró su popularidad antes del estallido de la Revolución Bolchevique con relatos como "Las manzanas Antónov", "Un señor de San Francisco" y "Respiración ligera".
Tras emigrar a Francia en 1920, escribió la novela "La vida de Arseniev" y la colección de cuentos "Alamedas oscuras".
Pasternak, uno de los grandes poetas del siglo XX, fue galardonado en 1958, pero no pudo recoger el premio, ya que su novela "Doctor Zhivago" había sido publicada en el extranjero, lo que sentó muy mal a las autoridades soviéticas, que consideraron "difamatorio" su contenido.
En 1965 fue reconocido por el Nobel Mijaíl Shólojov, autor de "El Don apacible", una novela épica sobre una familia de cosacos con el trasfondo de la Revolución Bolchevique y la Guerra Civil rusa.
Shójolov fue el único literato que recibió el premio con el beneplácito de las autoridades soviéticas.
Cinco años después (1970) el elegido fue Alexandr Solzhenitsin, conocido por sus novelas sobre los campos de trabajo soviéticos: "Un día en la vida de Iván Denísovich" y "Archipiélago GULAG".
Solzhenitsin decidió no viajar a Estocolmo por temor a que no le dejaran regresar, aunque posteriormente (1974) fue deportado y privado de la ciudadanía soviética.
Ya en tiempos de la Perestroika (1987), el poeta Iosif Brodski, al que las autoridades habían recomendado que abandonara el país en 1972, fue el último literato soviético en recibir el distinguido premio.
Brodski, que se asentó en Estados Unidos, reconoció la influencia que tuvieron en su obra dos autoras rusas: Anna Ajmátova y Nadezhda Mandelstam.
Alexiévich, que nació en Ucrania y habla varios idiomas, escribió en ruso todas sus obras, tanto las publicadas antes como después de la caída de la Unión Soviética.