Proliferan los autos eléctricos, pero, ¿dónde se los carga?

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/ 7 septiembre 2017

No hay muchas estaciones públicas de carga en el mundo.

DETROIT .— En todo el mundo crece el apoyo a los autos eléctricos y las empresas automotrices producen modelos que pueden recorrer más distancias y a precios más bajos, como el Volt de Chevrolet y el Modelo 3 de Tesla. China se ha fijado ambiciosas metas para reducir la contaminación usando vehículos eléctricos y algunos países europeos plantean eliminar todos los autos que no sean eléctricos para el 2040, si no antes.

Esas loables intenciones, no obstante, tropiezan con varios obstáculos, incluido uno básico: ¿Dónde se van a cargar esos vehículos?

No hay muchas estaciones públicas de carga en el mundo. En sitios donde el gobierno o los servicios públicos apoyan estos vehículos, como China, Holanda y California, hay miles de lugares públicos donde se pueden cargar los autos. Y los propietarios de los autos de lujo Tesla cuentan con una red de “súper estaciones de carga” de la firma. Pero en muchos lugares hay pocos sitios de carga. Y eso es un problema para quienes tienen que viajar más de 360 kilómetros (200 millas), que es lo máximo que puede rendir una carga, o para quienes no tienen un garage donde enchufar el auto durante la noche.

“¿Contamos con todo lo que necesitamos? En estos momentos la respuesta es que no”, manifestó Graham Evans, analista de IHS Markit.

Tome el caso de Noruega, por ejemplo. El gobierno financia las estaciones de carga y ofrece generosos incentivos a quienes compren autos eléctricos. El arquitecto Nils Henningstad pasa frente a entre 20 y 30 estaciones de carga todos los días al cubrir 35 kilómetros (22 millas), la distancia entre su casa y su trabajo en Oslo. Trabaja para la municipalidad y puede cargar su Nissan Leaf en su trabajo. Su novia carga su camioneta Tesla en su casa o en una de las superestaciones de Tesla más grandes del mundo, la cual se encuentra a 36 kilómetros (20 millas).

Pero el panorama es muy distinto en New Berlin, Wisconsin, donde Jeff Solie instaló él mismo un sistema de carga en su garage para cargar dos Tesla y un Volt. Solie y su esposa no cuentan con estaciones de carga en sus trabajos y la superestación de Tesla más cercana está a 72 kilómetros (45 millas).

“Si no los cargamos en casa, me resultaría imposible tener un auto eléctrico como mi principal medio de transporte”, dice Solie, que trabaja para la empresa de medios E.W. Scripps.

La falta de estaciones de carga es probablemente una de las principales razones por las que mucha gente se abstiene de comprar autos eléctricos.

“Hay que demostrarle al consumidor que puede cruzar el país, por más de que probablemente no pueda hacerlo”, declaró Pasquale Romano, director ejecutivo de ChargePoint, una de las empresas que cuenta con más estaciones de carga en Estados Unidos y Europa.

Romano dice que no se sabe cuántas estaciones de carga hacen falta, pero sostuvo que los empleos deberían contar con una por cada 2,5 autos eléctricos y que los negocios deberían ofrecer una por cada 20 vehículos eléctricos. En las carreteras, agregó, hacen falta estaciones de carga cada 80 a 120 kilómetros (50 a 75 millas).

Los gobiernos y las empresas automotrices no se quedan de brazos cruzados. En el último año hubo un aumento del 72% en la cantidad de estaciones de carga, que hoy llegan a 322.000 en el mundo, señaló la Agencia Internacional de Energía. Navigant Research espera que para el 2026 haya 2,2 millones. Más de un tercio estarán en China.

Tesla, que decidió hace rato que la gente no compraría autos eléctricos si no hay estaciones de carga afuera de sus casas, duplicará la cantidad de superestaciones que tiene este año, hasta llegar a 10.000. BMW, Daimler, Volkswagen y Ford están construyendo 400 estaciones de cargas rápidas en Europa como parte de un compromiso que asumieron por la venta de motores diésel contaminantes. Incluso en Dubai, nación petrolera por excelencia, hay más de 50 estaciones de carga.


Pero los obstáculos no desaparecen con las estaciones. Hay diferentes tipos de estaciones y nadie sabe la combinación exacta que necesitarán los conductores. Una tienda de comestibles puede gastar 5.000 dólares en una estación de carga AC, que ofrece al conductor un recorrido de cinco a 10 millas en 30 minutos. Los autos eléctricos con mayor alcance necesitan cargadores rápidos DC para aventurarse en las carreteras, que cuestan 35.00 dólares más.

Esto hace que no resulte demasiado rentable instalar estaciones de carga, según Lisa Jerram, directora asociada de Navigant Research, quien pronostica que en los próximos tres a cinco años serán los gobiernos, los servicios públicos y las casas automotrices grandes las encargadas de ofrecer la infraestructura para cargar los vehículos.

Otro aspecto a resolver es cómo cargan sus vehículos las personas que viven en departamentos. En San Francisco, Shanghai y Vancouver ya se requiere a los edificios que instalen estaciones de carga.

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