¡Pues qué desayuno les sirvieron, José!

Politicón
/ 4 febrero 2016

José Benítez, padre de José Benítez de la O, está furioso. El martes por la noche, luego de reunirse en la Ciudad de México con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, recibió una llamada de otro funcionario, Joaquín Torres, director de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la PGR.

–Don José, para reiterarle que la averiguación previa se la vamos a enviar a la fiscalía de Veracruz –le avisó Torres–. Después de las primeras diligencias que hicimos, y después del trabajo que realizó la gente del ministerio público, determinamos que el caso es de competencia del fuero común; es decir, de la Fiscalía del estado. Sin embargo, eso no significa que no le vayamos a dar seguimiento, o que no vayamos a estar pendientes de la investigación para colaborar con la Fiscalía.

–¿Quiere decir que la PGR le da el caso a la Fiscalía de Veracruz? –preguntó desconcertado José.

–Así es, señor. La titularidad de la investigación la llevan ellos.

–Dígame más.

–Pues era para eso, don José.

–Eso quiere decir que lo que hice con ustedes se fue a la basura.

–No, vamos a darle seguimiento, don José.

–Si ustedes, como federales, no aplican nada, una vez que llegue allá, van a enterrar el caso. Con lo que me está diciendo, nosotros no somos nadie en este País.

Joaquín Torres le explicó que la investigación de los cinco jóvenes secuestrados y desaparecidos de Tierra Blanca queda en manos de la SEIDO, y que no se rompe el contacto con los padres. Pero José, el padre de José, estaba furioso. Me dijo ayer por la mañana: “La PGR nos dio una cachetada, vengo a México a pedir ayuda y resulta que vuelvo a caer donde mismo, no les importamos”.

Colgó, se subió a un avión con el subsecretario Campa, aterrizaron en Tierra Blanca, conversaron con los demás padres, con el fiscal de Veracruz y el titular de la Gendarmería. Y cambiaron el tono. Bernardo Benítez, hermano de José y padre de Bernardo Benítez Arroniz, dijo que se sentían reconfortados por lo que escucharon sobre los avances de la investigación. Y por la promesa de que nos los abandonarán.

¡Qué les pudo haber dicho Campa! ¡Que hay 250 policías federales buscando a Bernardo, a José, a Alfredo González Díaz, a Mario Arturo Orozco y a Susana Tapia! ¡Que van 54 búsquedas, 50 patrullajes, 639 operativos! Si fue eso, no les dijo nada. Porque la realidad es que ayer se cumplieron 24 días de la desaparición a manos de policías estatales de Veracruz y no hay autoridad, federal o local, que pueda dar con los cinco de Tierra Blanca.

Ojalá me equivoque y los jóvenes aparezcan con vida. Pero tal parece que Campa y la gente del gobernador Javier Duarte fueron a repartir una ración de esa esperanza que es un buen desayuno y una mala cena. Nefasta cena.

MENOS DE 140  Lo de la PGR es ruido. El problema para Kate del Castillo será en Estados Unidos: conspiración para hacer negocios con un criminal.

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