Rayados: la actitud del líder

Fútbol
/ 20 agosto 2017

En un torneo de altísima volubilidad, Rayados supone ser el más estable. O, cuando menos, es el equipo que mejor ha sabido disimular los vaivenes de su juego con goles y resultados.

El sábado en León fue una muestra de que no siempre va encontrar partidos a modo y que para conservar su invicto no necesariamente debe ser tan superior a su adversario. A veces, necesita sufrir un poco, que también se vale para aprender a sostenerse.

Lo cierto es que Rayados sigue su marcha ascendente, independientemente de su humor futbolístico. Esto se traduce que, si tiene gol, justificar los triunfos se le hace mucho más sencillo que si los necesita validar desde el juego.

De todas maneras, el equipo de Mohamed hoy vuelve a impresionar por su contundencia, desde donde apoya su evolución. Nueve goles en los recientes tres partidos es un síntoma de crecimiento y fertilidad ofensiva.

Pero pocos encontrarán una relación directa de los goles con la estrategia de este Rayados. Cuando se gana, difícilmente la crítica repare en detalles futbolísticos. Más bien lo significativo son los puntos y la determinación para conseguirlos.

Sin embargo, este Rayados, en los últimos partidos, sí ha asociado su festival de goles a la idea de cómo buscarlos. Al menos ha trazado jugadas rápidas con sentido colectivo para dejar a delanteros en posición de definir.

El equipo redujo el pelotazo a Pabón o Funes Mori como única vía para acercarse al gol. Tampoco es un equipo que procese mucho futbol, definitivamente, porque no le conviene. No ocupa hacerlo. Con el equilibrio le alcanza para respaldar su arsenal ofensivo.

Quizás se le reclame un poco más de pausa cuando maneje el balón, pero a un equipo exageradamente vertical pedirle un freno es secuestrarle la libertad de atacar.

Rayados se sintió desafiado después de aquel impresentable partido frente a Veracruz y respondió con una postura más calculadora y práctica. Con rasgos evolutivos en su estilo y también con algunos sustos. Así le ganó a Tijuana, Chivas y León.

Pero sobre todas las cosas, se quitó la presión con actitud. Se dice que en situaciones de mucho estrés deportivo, los jugadores rescatan estos valores por encima de cualquier planteamiento.

Y hasta ahora, la actitud le ha despejado el camino. La regularidad con la que ha venido consiguiendo los buenos resultados lo mantiene en una curva de rendimiento sin grandes oscilaciones en la Liga y en la Copa MX.

El oportunismo de Funes Mori, el golazo de Pabón y hasta la manera de defenderse con uñas y dientes  sin roburizarse en ciertos pasajes frente al León, ha sido otra demostración de que cuando un equipo trae el pecho inflado puede ofrecer más garantías.

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