¡Santos enigmas!

¿El Nazareno tuvo hermanos? ¿La Biblia oculta un código profético? ¿Las catedrales trasmiten mensajes astronómicos? ¿Un papiro de Oxford es la mejor prueba de que Jesús existió?.

Son cuatro enigmas religiosos que cobran especial actualidad durante la Semana Santa y que ha recopilado e investigador Bruno Cardeñosa (www.brunocardenosa.com) periodista y escritor especializado en fenómenos extraños, realidades ocultas y misterios sin resolver.

"De Jesús de Nazaret apenas sabemos nada, al igual que desconocemos muchas otras cosas sobre hechos que narra la Biblia, y algunos de esos enigmas son sinceramente apasionantes", señala Cardeñosa, que describe a Efe algunos de los misterios de la religión analizados en su libro de "100 enigmas del mundo".

EL OSARIO DEL HERMANO DE JESÚS

En 2002, cimientos bien asentados, como los que establecen los dogmas católicos, se tambalearon a consecuencia del descubrimiento en Jerusalén de un osario del siglo I d.C, que correspondía a un hombre llamado Santiago y que, de acuerdo a la inscripción que contenía el osario, era ‘hermano de Jesús’”, explica Cardeñosa.

Jesús no tuvo hermanos; su madre; María, de acuerdo al dogma, siempre fue virgen. Sin embargo, Cardeñosa indica que conviene recordar que los mismos Evangelios explican que Jesús tuvo hermanos, y hasta cuatro. Uno de ellos era Santiago, su discípulo.

Para los exégetas, la expresión ‘hermano’ tenía en tiempos de Jesús una acepción diferente a la actual, y se asociaba a familiares o a personas con las que se compartían unas determinadas ideas, según este investigador.

Según indica el investigador, la aparición del osario, más allá de lo que significa, nos asomaba de nuevo a los muchos misterios que en el campo de la religión siguen todavía esperando una solución.

MENSAJE ASTRONÓMICO DE LAS CATEDRALES

Al igual que antaño egipcios, mayas o incas encriptaron saberes astronómicos en sus construcciones más monumentales, los templarios, durante la Edad Media, hicieron lo mismo. ¿Quisieron dejar constancia de unos conocimientos superiores para los futuros iniciados?, se pregunta el autor de ‘100 enigmas’.

Sabiduría geométrica. Así podríamos calificar –según refleja Cardeñosa- el mensaje que ofrece la catedral de Chartres en Francia. Con sus 220 metros de longitud y una altura de 115, este templo pasa por ser el más enigmático y misterioso de las tierras galas.

Erigido entre los siglos XII y XIII, sus responsables cifraron en la catedral una serie de conocimientos tan ancestrales como simbólicos, asegura en las páginas de su obra.

Cardeñosa opina que no es difícil comprobar cómo la luz penetra de forma magistral gracias a una alineación perfecta a través de sus 176 vitrales cuando llegan los solsticios y los equinoccios.

El misterio de Chartres es extensible al resto de catedrales góticas del norte de Francia y, curiosamente, las catedrales construidas en el entorno de Paris:  Chartres, Reims, Bayoux o Amiens, forman sobre el mapa de Francia la misma imagen que los planisferios celestes ofrecen de la constelación de Virgo, de acuerdo a este escritor.

El investigador indica que los últimos descubrimientos parecen confirmar un hilo común arquitectónico entre  las pirámides de Gizéh, el Templo de Salomón, y catedral de Chartres, tres edificaciones cuyas proporciones son exactas entre si  y se basan en el llamado ‘número de oro’, una constante numérica trasmitida como un secreto por los iniciados de todos los tiempos.

EL CODIGO PROFÉTICO DE LA BIBLIA

Según las investigaciones de Cardeñosa, en setiembre de 1994, el entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, recibió una curiosa carta que decía: “un matemático israelí ha descubierto en la Biblia un código oculto que parece revelar hechos ocurridos miles de años después de ser escrita”.

“Si me he permitido escribirle es porque la única vez en que su nombre aparece completo, las palabra ‘asesino que asesinará’ lo cruzan. Creo que usted corre un grave peligro, pero también que el peligro puede ser evitado”, proseguía la carta.

Pocos meses después, en Tel Aviv, un magnicida acabó con la vida del primer ministro judío, cuya muerte, al parecer, estuvo profetizada.

El autor de la carta era Michael Drosnin, un periodista que en uno de sus viajes a Medio Oriente entabló contacto con Eli Rips y Doron Wiztun, dos matemáticos israelíes que llevaban años trabajando sobre el ‘código secreto’, que habían descubierto en los cinco primeros libros de la Biblia.

Esos matemáticos crearon un programa informático que convirtió esos libros en una ‘sopa de letras’ en hebreo antiguo, en la que descubrieron una serie de palabras que se cruzaban unas con otras y que, puestas en conjunto, tenían un significado, como por ejemplo el nombre de los 32 principales rabinos de la historia, los cuales aparecían ‘cruzados’ por las respectivas fechas del nacimiento y de la muerte de cada uno de ellos.

Los dos científicos descubrieron cientos de cruces significativos en caracteres hebreos que, en su interpretación moderna, parecían dibujar la historia pasada, presente y futura de la humanidad, según Cardeñosa.

En uno de aquellos cruces el nombre de Isaac Rabin se cruzaba con la expresión ‘asesino que asesinará’ y también con el nombre ‘Amir’, que correspondió con el del magnicida que lo mató a balazos, y con el de la ciudad donde todo ocurrió, Tel Aviv.

Ese fue el descubrimiento que quiso dar a conocer sin éxito, el periodista Drosnin, al asesinado Rabin, según este investigador.

EL MANUSCRITO GR-17

Un papiro conservado en una institución de Oxford (Inglaterra) podría ser la prueba más contundente en favor de la historicidad de Jesús de Nazaret. Se trata de tres fragmentos de entre, 1,5 y 3 centímetros de longitud, que contienen parte del texto del Evangelio de San Mateo, tradicionalmente datado en el siglo II DC, de acuerdo a Bruno Cardeñosa.

“Lo relevante es que dicho manuscrito, lejos de ser una copia moderna, ha sido datado en tiempos de Jesús”, enfatiza.

Para este autor, uno de los problemas para demostrar la existencia histórica de Jesús es que apenas existen documentos contemporáneos a él, y que los textos oficialmente aceptados –los canónigos- atribuidos a Lucas, Mateo, Juan y Marcos, no parece que hayan sido escrito por ellos, sino por sus seguidores, que nunca conocieron a Jesús y todos esos escritos son muy posteriores a su muerte.

A juicio de Cardeñosa, si a esto unimos la ausencia casi total de referencias históricas, la existencia real de Jesús de Nazaret se convierte en una proposición difícil de justificar.

Añade que la entrada en escena del papiro, donado por el reverendo Charles Bousfield Huleart al colegio Magdalena de Oxford, en donde ha sido catalogado como el “manuscrito
Gr-17”, ha modificado nuestro conocimiento del asunto.

El investigador alemán Carsten Peter Thiede analizó el papiro y lo dató en más de 2.000 años de antigüedad, encontró que estaba redactado con un tipo de grafía propia del siglo I AC y primeros años del siglo I DC, analizó su lenguaje y otras muchas características, según Cardeñosa.

Cardeñosa revela que, de acuerdo a las pesquisas del experto germano, dadas a conocer en 1994, el Gr-17 era el documento neotestamentario más antiguo jamás hallado.

Estaba fechado a comienzos del siglo I, incluía algunos versículos del Evangelio de Mateo, pero databa de cuarenta años antes, y necesariamente había sido coetáneo del Nazareno, según dedujo Thiede.

Así Gr-17 sería la demostración  de que alguien que conoció en vida a Jesús escribió sobre los hechos que protagonizó el líder de la que acabaría siendo la religión más importante de Occidente, lo que significaría una prueba casi definitiva de su historicidad, según el autor de ‘100 enigmas del mundo’.

DESTACADOS:

-- "De Jesús de Nazaret apenas sabemos nada, al igual que desconocemos muchas otras cosas sobre hechos que narra la Biblia, y algunos de esos enigmas son sinceramente apasionantes", señala Bruno Cardeñosa, investigador de fenómenos extraños y misterios sin resolver.

-- En 2002, se descubrió en Jerusalén un osario del siglo I d.C, que correspondía a un hombre llamado Santiago y que, de acuerdo a su inscripción, era  ‘hermano de Jesús’, explica Cardeñosa, autor del libro "100 enigmas del mundo".

-- Un papiro conservado en Oxford (Inglaterra) que contiene parte del texto del Evangelio de San Mateo y ha sido fechado a comienzos del siglo I, sería la demostración de que alguien que conoció en vida a Jesús escribió sobre los hechos que protagonizó el Nazareno, según Cardeñosa.

Por Daniel Galilea/EFE-Reportajes