Te devuelvo el abrazo, Manuel, con respeto y cariño

El 22 de diciembre publiqué aquí una columna sobre el homenaje que el presidente Enrique Peña Nieto rendiría ese día a la Policía Federal. En uno de los párrafos de contexto referí que “varios analistas coincidían en la versión, verosímil dado el discurso redentor con el que arribó el régimen peñanietista”, de que el primer comisionado nacional de Seguridad de este gobierno, Manuel Mondragón, “asumió el cargo con la idea de desmembrar a los mandos medios de la Policía Federal y reprobar la obra entera del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna”.

A ese párrafo interpretativo, respondió a través de una carta Manuel Mondragón, hoy comisionado nacional contra las adicciones. La carta está fechada el 24 de diciembre. Por la pausa navideña y los convulsos días de arranque de esta semana, la reproduzco apenas ahora; una disculpa por la tardanza:

“Respecto a tu columna (titulada ‘Policías federales, ustedes son unos héroes de la nación’), me permito comentarte que me extrañaron mucho de mi fraterno amigo aspectos de forma y fondo que no se ajustan a la realidad:

“1. Señalas en tu texto que asumí el cargo ‘con la idea de desmembrar a los mandos medios” de la PF; al respecto te comento que a mi llegada a la Comisión Nacional de Seguridad, como cada vez que inicio una nueva responsabilidad, evalué el trabajo de mandos medios y superiores, a fin de determinar quiénes podrían continuar en sus funciones, y un considerable número, dada su experiencia y capacidad, fueron ratificados, mientras que en otros casos fueron los mismos policías federales (que han hecho carrera en la corporación) los que ocuparon los cargos.

“2. Cuando te refieres a que en 2011 se llevó a cabo una ceremonia de reconocimiento a los policías federales, pareciera que no hubo continuidad en la realización de este tipo de homenajes. En ese sentido, deseo expresarte que durante mi gestión impulsamos la Ceremonia de Reconocimiento y Mérito Carrera Policial, evento que promoví en 2013, para condecorar la trayectoria y acciones destacadas de policías federales, a quienes siempre he brindado todo mi respeto y consideración. Incluso, fue la primera vez que se llevó a cabo un evento de tal magnitud en el Auditorio Nacional, del cual te adjunto algunas fotografías.

“Cabe señalar que en ese mismo año, en el Centro de Mando de la Policía Federal en Iztapalapa, el Jefe del Ejecutivo Federal develó el altar en memoria de los policías caídos en cumplimiento de su deber, monumento insignia en donde cada año se rinde un merecido reconocimiento a los elementos que se han ido.

“Como bien sabes, en cada una de mis encomiendas me he conducido siempre con una estricta objetividad para evaluar el desempeño de mis compañeros y, en ningún momento, he aplicado valoraciones a priori o carentes de fundamentos.

“Nadie mejor que tú, querido Ciro, ha podido constatar mi cercanía con quienes fueron mis compañeros, así como el respeto que siempre he mostrado al trabajo de mis predecesores, por lo que te manifiesto que sentí una profunda tristeza y sorpresa al leer tu columna. Recibe un fraterno abrazo con el mismo cariño de siempre”.

Enhorabuena, pues. Al igual que Manuel Mondragón, soy devoto de la continuidad de los proyectos públicos. Al igual que él, creo en las instituciones y en sus mejores servidores. Te devuelvo el abrazo, con respeto y cariño, doctor.
      
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