Trump: el anzuelo que todo el mundo mordió
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Ni el más conservador e intransigente de los republicanos se hubiese atrevido a hacer una campaña como la de él
Me dicen que soy muy intrincado en mis apreciaciones pero quienes me conocen saben que no he fallado en mis pronósticos: Fox sería presidente por hartazgo más que por propuestas, Calderón se impondría de una u otra forma para impedir un chavismo mexicano, el PRI regresaría a los Pinos por el canibalismo panista más que por méritos propios; en Coahuila, Chuy María sería más duro que el panismo, Moreira le brincaría a su jefe, luego comprobaríamos que los hombres no sólo heredan a sus hijos, sino también a sus hermanos; en Saltillo, Jericó ganaría fácil la alcaldía desde su larga y cimentada plataforma y, aunque muchos no entiendan que no es lo mismo arreglar una elección que entregarla, fue notorio para quien sabe observar que Isidro López solo tendría que mantener una bicicleta en equilibrio y de bajadita para ganar una elección ante un candidato tan gris en su imagen como invicto en su historial, pero a quien sus amigos no le dotaron de gasolina para andar.
De ahí que me atreva a la siguiente conclusión: Ya vendrán en cuatro años los republicanos a cosechar lo sembrado por Donald Trump.
Para empezar, estarás de acuerdo conmigo en que si hoy ha sido una gran interrogante la madurez (habría que decir lo de su edad con respeto) de Hillary Clinton, cuando sea tiempo de pensar en reelección el tema estará zanjado; y ella se irá luego de un solo período a casa, satisfecha por haber obtenido lo que primero cedió a su marido desde Arkansas y luego a Obama desde Washington.
Y para entonces la campaña de Trump será una interesante anécdota dentro de la política mundial, pero sus dichos y propuestas que hoy parecen tan jaladas de los pelos, serán la plataforma ideal para los loquitos republicanos, me explico: Ni el más conservador e intransigente de los republicanos se hubiese atrevido a hacer una campaña como la de Trump, sería demasiado extremista. De ahí que, partiendo del discurso del actual candidato del partido representado por un elefante, cualquier cosa que digan en el futuro sus candidatos será escuchada como una declaración de amor comparada ante las incendiarias declaraciones del magnate inmobiliario. El más recalcitrante, racista, intransigente y conservador de los republicanos va a parecer un inocente y humano candidato al lado de Trump. Ese fue el anzuelo que lanzaron los republicanos y que todo el mundo mordió.
¿A qué viene esto ahora? Los tiempos, los importantísimos tiempos: Hillary será presidente mientras terminan dos años de Peña Nieto e inician dos más con el siguiente presidente. Luego vendrán ocho años del presidente republicano más extremista y duro de la historia, un flan al lado de Trump, un monstruo al lado de los demócratas; cubrirá los cuatro años finales de nuestro próximo presidente y los cuatro primeros de quien le siga. Los primos del norte ya tienen su cuadro pintado para los próximos doce años, nosotros, ¿con quienes vamos a hacerle frente a quien venga a suavizar un poco las propuestas hoy sembradas por Trump?
Parece mucho tiempo, pero haz cuenta de los años que tendrán tus hijos para entonces e imagina su futuro. De eso estamos hablando. cesarelizondovaldez@gmail.com