Violento desalojo en Monclova; golpean a ciudadanos y detonan armas
Elementos de Fuerza Coahuila golpearon a los ciudadanos que se manifestaban en contra del gasolinazo en la entrada de la avenida Lázaro Cárdenas, incluso detonaron armas para disolver la protesta ciudadana que mantenía bloqueada las instalaciones de Pemex
Monclova, Coahuila.- Por segunda ocasión, elementos de Fuerza Coahuila golpearon a los ciudadanos que se manifestaban en contra del gasolinazo en la entrada de la avenida Lázaro Cárdenas, incluso detonaron armas para disolver la protesta ciudadana que mantenía bloqueada las instalaciones de Pemex.
Gas lacrimógeno, gritos, amenazas, empujones, patadas y pedradas fue algo de lo que recientemente se vivió en el municipio de Monclova entre policías del Estado y población cerca de la colonia Estancias.
La violencia se presentó por segunda ocasión en el día poco antes de las 16:00 horas, cuando los policías alcanzaron a los ciudadanos para desalojarlos por estar bloqueando el bulevar Harol R. Pape.
Las personas se defendieron con piedras y palos, otros corrieron y se internaron en las calles cercanas para evitar ser detenidos, no obstante, Fuerza Coahuila persiguió a los civiles y detuvieron a decenas de personas que participaron en la manifestación, también aquellos sospechosos, menores de edad y hasta ingresaron a los domicilios para llevarse a familias completas.
Cabe mencionar que dos reporteras de medios de comunicación locales también fueron agredidas físicamente por los elementos, tras negarse a entregar sus herramientas de trabajo como cámaras y celulares, por lo que a una de ellas le colocaron las esposas.
Tras las múltiples detonaciones que se escucharon, el delegado de la PGJE aclaró que eran petardos pero los ciudadanos aseguran que se trató de armas de fuego para intimidarlos y deshacer la protesta.
Esta parte del bulevar Pape, en el cruce con la avenida Lázaro Cárdenas que lleva hacia las instalaciones de Pemex quedó como un campo de guerra. Los pocos ciudadanos que no fueron arrestados piden la liberación de los detenidos, la mayoría con lágrimas de impotencia.