¿Volverá a cautivar al mundo el iPhone con su innovación?
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La empresa más grande del mundo lanzará el iPhone 7 este miércoles ¿Podrá sorprender al mundo otra vez?
En el mundo tecnológico, como en los matrimonios, mantenerse en permanente conquista es esencial para evitar el aburrimiento y, acto seguido, el abandono. Apple, por muchos fanáticos que tenga, no es la excepción a la regla, y menos en el caso de su icónico iPhone, que arrastra dos trimestres de una nunca antes vista caída (-23%) en ventas. Ahora su futuro –el valor de las acciones y, quién sabe, incluso la supervivencia del imperio– depende de lo novedoso que sea el iPhone 7.
La blogósfera está llena de rumores sobre lo que la firma de Cupertino presentará este miércoles 7 y los analistas de Wall Street no han dejado de reaccionar. Todos coinciden en su fe en la empresa, pero recomiendan cautela, pues el enorme mercado chino, que debería ser su gran cliente, es en el que peor le ha ido (-33%).
¿Dónde surge el problema? Los analistas más críticos afirman que los últimos tres modelos del iPhone, producto que representa dos tercios de los ingresos de Apple, no han sido innovadores.
“La innovación es muy importante cuando se está en un mercado tan dinámico y competitivo”, advierte Alfredo Magán Neme, analista de IDC Latinoamérica. Coincide Fernando Grados, director de Dominio Consultores, quien recalca que, en la medida en que se agregan nuevas prestaciones, se logra reavivar la pasión.
“Estoy absolutamente convencido de que la innovación es la que marca la pauta en el crecimiento de la venta de los smartphones”, recalca Grados.
El gran secreto
Apple descubrió que romper el cuadrado –lo preestablecido para la categoría, según analistas de Boston Consulting Group– era el secreto para cautivar y triunfar. Empezó con el iPod, un amigable reproductor que cambió la experiencia del usuario y rompió el esquema de los MP3. Y se coronó en el 2007 con el iPhone.
Antes del iPhone ya existían smartphones eficientes, pero no eran tan amigables como hoy. Apple revolucionó el mercado porque decidió asociar una pantalla táctil, que ya existía en prototipos de la competencia, con una tienda en línea que permitía descargar las aplicaciones que el usuario quisiera. Como corolario, creó un sistema operativo amigable e intuitivo, mientras que su hardware lucía diseños dignos de un museo de arte. A la competencia solo le quedó imitar.
Las ventas de Apple tienen un antes y un después del iPhone. Los ingresos se triplicaron en dos años y las ganancias se duplicaron anualmente por cinco años. Para el 2011 los teléfonos se convirtieron en más de la mitad de los ingresos de la compañía y su desempeño comercial marcó lo que sería la rentabilidad anual (y lo deseable de sus acciones).
No es casualidad que sea el 2011 el año en que la categoría y la marca despegan a nivel global. Ese año arrancó en nuestro país –y en la mayoría de mercados emergentes– la migración hacia el smartphone. Para el 2012, en el Perú ya el 20% de los teléfonos importados eran táctiles y hoy, según IDC, representan el 70%.
Los mercados emergentes y la nueva clase media global son la esperanza del sector, pues los mercados desarrollados se saturaron y la renovación de equipos es cada vez más espaciada (de 24 pasaron a 28 meses). Conquistar Brasil, India, China y sí, el Perú también, es indispensable para mantener el crecimiento. Con una veintena de competidores, para Apple innovar es el mandato.