961 conectados, ni una palabra que estorbe
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Entre las historias secundarias que han surgido con la iniciativa de Reforma Energética del presidente Peña Nieto está el conference call del lunes, que ofrecieron el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el director de Pemex, Emilio Lozoya.
El objetivo, por supuesto, era enlazar a la mayor cantidad de participantes de todo el mundo para explicarles la iniciativa, responder preguntas, despejar dudas. El récord de personas (especialistas en su mayoría) conectadas en un conference call promovido por el Gobierno Mexicano se remontaba a 2008, cuando se expusieron las medidas de la administración calderonista para enfrentar la crisis financiera internacional. Fueron 228.
El lunes se conectaron 961 personas. El interés en el mundo por el futuro energético mexicano es grande. Y, sin embargo, las primeras reacciones han sido escasas y cautas. Tuvieron que pasar 48 horas para que llegara un espaldarazo neto de primera línea: un editorial del "Wall Street Journal", donde califica la iniciativa de extraordinaria y vaticina que, de aprobarse, "marcaría un hito en la modernización económica de México, algo no visto desde el Tratado de Libre Comercio de 1993".
El lunes por la noche le pregunté al director de Pemex, Emilio Lozoya, cómo tomaron la noticia los principales centros de decisión y difusión internacionales. Respondió que muy bien, pero que prefería no decir más por el momento.
Cautela. El diseño de la comunicación, en México y fuera de México, parece de relojería. Ni una palabra que estorbe, complique la iniciativa energética. Ni un argumento que no se pueda sustentar. Cero triunfalismos inútiles.
Hay diseño estratégico.