Del hombre más rico de China para el presidente Peña Nieto

Opinión
/ 2 octubre 2015

Entre los muchos personajes de excelencia que participan en la Cumbre de Negocios en Guadalajara, uno de los más luminosos ha sido Ronnie C. Chan, el mítico "hombre más rico de China".

En las reuniones del domingo y su exposición de ayer, el sesentón Chan se movió como gurú de los tiempos venturosos del siglo XXI. No tanto por ser el presidente del imparable Hang Lung Group, o por sus magistrales inversiones de 8.4 mil millones de dólares en Estados Unidos, o por encarnar los milagros de Shangai y Hong Kong. Maravilla porque es el "hombre de su tiempo", el de las respuestas exactas sobre inversión, sociedad y modernidad.

Dijo que México "es la envidia del mundo por estar tan cerca de Estados Unidos, con las oportunidades de negocio que eso representa". Luego criticó que "nadie hable de México, porque ustedes no se mercadean a sí mismos ni nos dicen lo buenos que son".

Promoción, promoción, necesitan promoverse, insistió antes de prender la luz con un esquema de cómo China, con políticas de autoabastecimiento difíciles de sostener, necesita alimentos que México podría proveerle si es capaz de construir una marca exitosa. Está hablando de comida para una sociedad con, según él, 250 millones de personas de clase media.

Para cerrar, Chan regaló el platillo más anhelado: "México debe ser el mayor productor de energía del mundo, porque tiene el potencial".

Música para los oídos del presidente Peña Nieto, que hoy clausura la Cumbre. La partitura de la sinfonía del "hombre más rico de China", ejecutada en Guadalajara, en pleno otoño de 2013.

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