En busca de un Consejero

COMPARTIR
TEMAS
Derivada de la renuncia de Sergio García Ramírez, se abrió una vacante en el Consejo General del IFE. Cuando esto ocurre se lanza la convocatoria y se registran quienes aspiran a ocupar el cargo, cumplidos los requisitos de marras, se establecen las fechas en las que habrán de comparecer para ser entrevistados por la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. El encuentro en comento está llevándose a cabo desde el pasado 1 de abril y concluirá el viernes 5 - cuando esto escribo todavía no es viernes - pero la fecha es lo de menos, lo que quiero compartirle, generoso leyente, tiene que ver con otros aspectos mucho más importantes. Soy parte de la Comisión de Gobernación, y he tenido entonces sitio en la mesa para escuchar y también para preguntarles a los candidatos los motivos y las razones por los que estiman que pueden ocupar el cargo. Hasta ahora todos han dicho que para servirle a México y los que llegaron antes que ellos también dijeron lo mismo.
El grueso de los entrevistados tienen diversos grados académicos, licenciaturas, maestrías, doctorados, y su experiencia laboral ha transcurrido en las aulas, en los propios organismos electorales - federal o locales - , en el poder judicial, en la administración pública, e incluso se han presentado exdiputados tricolores. Mujeres, sólo tres.
Hubo tiempos en que la tarea de organizar y vigilar los procesos eleccionarios de representantes populares estuvieron a cargo de la Secretaría de Gobernación, en el ámbito federal ¿Se acuerda del titular al que se le cayó el sistema? En provincia, en la Secretaría de Gobierno. Pero a fuerza de presionar por los partidos políticos distintos al tricolor, llegó un día en que empezaron a nacer los organismos "ciudadanizados", por lo menos esa fue la aspiración.
La sola circunstancia de que las elecciones ya no dependieran del gobierno en turno generó esperanza, y el padrón, listado nominal y la credencial con fotografía, se antojaban en aquellos días de su implementación como un paso importante en el largo y accidentado camino hacia la democracia. Infortunadamente y vista a la distancia la "ciudadanización" de los organismos electorales no ha cuajado como debiera, y aunque suene simplista la razón a la que remito mi opinión, y disco rayado, porque lo he venido repitiendo desde siempre, en mucho se debe a que el poder público no ha sacado las manos del proceso de designación de los consejeros, hay otros factores, pero este en lo particular hizo que nacieran enclenques los organismos, enfermos de anemia crónica y de suspicacia consuetudinaria, esta última se ha convertido en un corrosivo de cuidado.
El IEPEC, al IEPEC, han llegado los que ha querido la mayoría priísta del Congreso local, porque así está diseñado el mecanismo legal. Y al IFE, con membrete de uno u otro de los tres partidos grandotes - y si los chicos no tienen es porque no les alcanza para ello - y propiciado, desgraciadamente, por el modo de designación establecido en la propia ley. Y el destrabe no tiene mayor ciencia, es quitarles a los propios partidos que tienen asiento en los Congresos, también por ministerio de ley, esa facultad, y establecer que quienes arriben al sitial de Consejeros, lo deban a su trayectoria y al sano AZAR DE LA INSACULACION, libres de ataduras y de compromisos con padrinos de ningún color.
Necesitamos una reforma con urgencia. México necesita que el árbitro electoral ESTÉ a resguardo de la más mínima suspicacia. Hay entre los entrevistados gente muy talentosa, con los conocimientos y el perfil idóneos para ejercer el cargo, pero no BASTA, el organismo al que uno de ellos va a pertenecer no goza de confianza ni de credibilidad, se ha ido deteriorando en el decurso, y así NO LE SIRVE A México. No soy ingenua, y también tengo bien claro, que para corromper hay mil artimañas, pero hay que dificultar la fechoría, y en el inter quien quita si también empieza a fortalecerse la cultura cívica en el entendimiento y en el espíritu de los niños y los jóvenes de este país. Ellos son mi esperanza.