Lo dicho, una infamia, una vergüenza de principio a fin

Opinión
/ 2 octubre 2015

Finalmente ocurrió lo que tenía que ocurrir. Por más esfuerzos que hicieron el Ministerio Público y el Procurador de Justicia del DF, no consiguieron mandar a la cárcel a Cuauhtémoc Gutiérrez.

Y no lo lograron, porque fue imposible ejercer la acción penal a partir de una historia inventada. Porque, lo afirmamos mi compañero Manuel Feregrino y yo desde hace 15 meses, el presunto trabajo de investigación de Carmen Aristegui y su equipo sobre una red de prostitución en el PRI capitalino fue un montaje. Uno de los capítulos más infames, vergonzosos del periodismo mexicano en muchos años.

Consiguieron el objetivo de destruir políticamente a Cuauhtémoc. De condenarlo a vivir con una cruz herrada en la frente. Pero pese a su ilimitado machaque desde la radio, el internet y las redes sociales; de una rabiosa ofensiva mediática y cibernética propia de las malas causas, Cuauhtémoc no irá preso porque no había materia.

Que quede para el registro esta relación del 2 de abril de 2014 al 8 de julio de 2015, en que el Ministerio Público investigador determinó que, no existiendo diligencia alguna por desahogar, se determina no ejercer la acción penal. Que quede registro para que no vengan ahora a decir que la autoridad no hizo nada y acabó encubriendo a un criminal:

·2 denuncias

·318 declaraciones ministeriales

·1,000 llamadas telefónicas analizadas

·3 peritajes de audio

·cer0 imputaciones directas

·587 elementos en el expediente

·1 recurso de revisión del MP

·1 recurso de revisión del PAN

·1 amparo denegado al PAN

·1 amparo denegado a una ONG

·1 declaración de incompetencia de la PGR

·1 determinación de un Tribunal Colegiado

·492 días de revisión del caso

Agregaría: una declaración ministerial, ratificada, de Priscila Martínez, la supuesta enganchadora de mujeres para Cuauhtémoc, donde detalló que le pagaron 30 mil pesos para inventar la historia transmitida y recreada por Aristegui y MVS, que no tuvieron la honestidad intelectual para retractarse, y menos para disculparse con un hombre a quien, con voces anónimas y distorsionadas, calumniaron con sevicia. Qué infamia.

MENOS DE 140 La CNTE se juega mucho en las marchas de hoy en el DF. Está urgida, quizá como nunca, de dar una gran demostración de fuerza.

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