Nuestro no es, será y seguirá siendo categórico
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El PRD no quiso esperar al lunes. Durante semanas informó que la propuesta de reforma energética del partido sería expuesta por Cuauhtémoc Cárdenas. Y
Cuauhtémoc tronó los cuetes el viernes.
Temprano, en un artículo, expresó que la utilización que hacía el gobierno del presidente Peña Nieto de la figura de Lázaro Cárdenas era falaz y ofensiva. Por la tarde le pregunté si el rechazo a la iniciativa presidencial era absoluto. "Es, será y seguirá siendo un no categórico", respondió. "Unos estamos a favor de México y otros no. No vamos a coincidir ni a transigir en las reformas al 27 y 28 constitucionales".
-¿No categórico?
-Sí, porque termina con la exclusividad de áreas de la industria petrolera reservadas al Estado. Porque el Estado perdería el control de un recurso estratégico. Porque garantizaría el desplazamiento de Pemex. Porque lo que conocemos de la iniciativa es entreguista y antipatriótica. Porque las empresas expropiadas en 1938 nuevamente manejarían el petróleo en México.
Ese será, seguramente, el tono del mensaje de Cuauhtémoc esta mañana cuando dé a conocer la iniciativa de reforma del PRD: un duro, seco, no vamos a coincidir ni a transigir.
La pelota, pues, regresará al terreno del gobierno del presidente Peña Nieto que, por razones entendibles, no quiere distanciarse del PRD. Pero el límite del acercamiento con el PRD es la reforma energética, que podría obtener con el PAN y el Verde.
Por eso, ocho lunes después, retomo la pregunta con que titulé mi texto del 24 de junio: "¿Está listo Peña Nieto para la batalla contra la izquierda?".
Tiene la iniciativa. Y parece que los votos.