Cosmonautas pierden antena en jornada espacial
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Los cosmonautas tuvieron que regresar a la estación espacial sin cumplir otra de las tareas en la Estación Espacial Internacional
Los cosmonautas rusos Serguéi Vólkov y Alexandr Samokutiáyev lanzaron el microsatélite ruso "Cedro" a pesar de que una de sus dos antenas se perdió durante la caminata espacial que realizaron fuera de la Estación Espacial Internacional (EEI).
La 35 excursión en la historia del segmento ruso de la plataforma orbital, que duró seis horas y 23 minutos, concluyó con todas las tareas previstas cumplidas excepto la de mover una grúa de carga de una parte de la estación espacial a otra, ya que los cosmonautas se quedaron sin tiempo.
El lanzamiento del satélite era la primera tarea que debían cumplir los cosmonautas pero tuvo que ser aplazada durante tres horas, el tiempo que tardó el Centro de Control de Tierra, en Houston (Texas), en decidir si continuar con la operación tras detectar que una de las antenas del satélite había desaparecido.
Los expertos del centro no saben cuándo pudo perderse la antena ni cómo se rompió, según indicó Josh Byerly, del Centro Espacial Johnson de la NASA, durante la retransmisión de la salida extravehicular en el canal de televisión de la agencia espacial estadounidense a través de Internet.
El satélite podrá operar con una sola antena ya que la capacidad de transmisión no se verá afectada, aunque la recepción de la información en la Tierra se verá perjudicada al 50 por ciento.
"Cedro", que llegó a la EEI en enero a bordo del carguero ruso Progress, emitirá durante dos semanas 25 mensajes de saludo en 15 idiomas, fotografías de la Tierra y otros datos técnicos del aparato.
La misión del microsatélite, de 30 kilos de peso, se enmarca en el programa educativo de la Unesco con ocasión del 50 aniversario del primer vuelo de un hombre al espacio, que realizó el cosmonauta soviético Yuri Gagarin, el 12 de abril de 1961.
Los cosmonautas tuvieron que regresar a la estación espacial sin cumplir otra de las tareas más relevantes que tenían encomendadas: mover una grúa de carga rusa de un extremo a otro del segmento de este país en la estación.
Esta operación, que requiere unas tres horas, ha sido aplazada para la siguiente caminata rusa, prevista para principios del próximo año.
No se registraron incidentes en el resto de tareas que incluía la caminata.
Así, los cosmonautas instalaron en el casco del módulo ruso Zvezda una terminal de comunicación por láser BTLS-N, que permitirá transmitir a la Tierra un gran volumen de información científica.
Además, Vólkov y Samokutiáyev desmontaron una antena del sistema de aproximación y enganche automático Kurs, fotografiaron diversas instalaciones y colocaron en el casco del Pirs tres contenedores con bacterias que serán sometidas a la radiación cósmica.
Antes de volver a la estación espacial, dedicaron unos minutos a fotografiar, con la Tierra de fondo, los retratos de tres de los hombres más importantes de la cosmonáutica rusa: Yuri Gagarin y los científicos Konstantín Tsiolkovski y Serguéi Koroliov, considerados los padres de esta ciencia.
Los trabajos de los cosmonautas rusos fueron supervisados desde el interior de la EEI por los otros cuatro miembros de la tripulación del complejo orbital: el comandante de la expedición, el ruso Andréi Borisenko, los estadounidenses Ronald Garan y Michael Fossum y el japonés Satosi Furukawa.
Tras la reciente retirada de los transbordadores estadounidenses, las legendarias naves rusas Soyuz y los cargueros Progress son el único eslabón entre la Tierra y la plataforma orbital.