Cuba saboteó un informe de la ONU sobre derechos humanos

Internacional
/ 28 septiembre 2015

A través de cientos de ONG inexistentes y de otras tantas controladas por el Estado, el gobierno de Raúl Castro ha logrado "contaminar" un reporte de Naciones Unidas. Las denuncias de opositores se recrudecieron durante la Cumbre de la Celac

Cuba.- Cuando todavía continúan las repercusiones por la Cumbre de la Celac celebrada en Cuba, un informe de la ONG UN Watch, dedicada a supervisar la labor de las Naciones Unidas, denunció "un fraude a gran escala" en el informe sobre la situación de los derechos humanos en la isla.

Un régimen que es tenaz con los opositores, con un sistema penal cuestionado por sus duras penas y castigos, donde rige un sistema de partido único y existe un férreo amordazamiento de la prensa opositora ha logrado que el informe sobre los derechos humanos en la isla resulte más que favorable.

De acuerdo con UN Watch, el registro de los derechos humanos en Cuba fue revisado por las Naciones Unidas en su reporte a través de un procedimiento que se realiza de forma automática cada cuatro años llamado Examen Periódico Universal (UPR, por sus siglas en inglés), que el gobierno cubano parece haber manipulado de manera significativa.

Para lograrlo, intervino los resultados del relevo de Naciones Unidas a través de cientos de "ONG falsas", creadas especialmente para generar propaganda a favor del régimen de los hermanos Castro.

Las críticas de diversas organizaciones no gubernamentales sobre la situación en la isla se han visto opacadas por la aparición de cientos de ONG fraudulentas que realizan evaluaciones positivas sobre los derechos humanos, alertó el organismo con sede en Ginebra.

"Muchas de estas organizaciones no existen ni realizan un trabajo de investigación en la isla, mientras que las que sí lo hacen son meros apéndices del Estado cubano", señalan los denunciantes.

Para llegar a esa conclusión, la ONG examinó el Examen Periódico Universal que la ONU realizó en otros países. Al hacerlo, descubrió que, por ejemplo, en Turkmenistán había sólo 9 informes de ONG, 12 en Rumania, 23 en Alemania, 32 en Rusia y 42, el máximo, en Canadá.

Sin embargo, el número de informes de organizaciones no gubernamentales en Cuba resultó ser llamativamente superior: 454 registrados en la isla.

"Como resultado de la avalancha de reportes favorables que elogian el respeto por los derechos humanos de las cientos de organizaciones controladas por el Estado cubano, el informe de la ONU ha resultado significativamente contaminado", denuncia UN Watch.   

Así, señala esta organización, "la presentación de la ONU sobre la situación del país está repleta de alabanzas, mientras que la presentación realizada por la Unesco posee una visión groseramente engañosa del historial de derechos humanos del país". En las dos presentaciones, sólo tres párrafos deslizan críticas ante la situación de DDHH en Cuba.  

La denuncia coincide con las declaraciones realizadas el jueves por los Estados Unidos, que catalogaron la declaración final la Cumbre de la Celac de "inexplicable" para una organización que "supuestamente apoya la democracia y los derechos humanos".

Además, EEUU objetó "que la Celac decidiera aceptar sin cuestionar las acciones represivas del país anfitrión para impedir a sus ciudadanos expresar pacíficamente sus aspiraciones democráticas", aseguró el jueves un vocero del Departamento de Estado.

La contradicciones:

-El informe de la ONU recoge seis reportes que indican que "el sistema penal está designado para educar a los convictos y reinsertarlos en la sociedad".

Dicha afirmación no condice con los diversos testimonios que hablan de una situación de hacinamiento y represión dentro de las prisiones cubanas, sobre todo en el caso de los presos políticos. El periodista Calixto Ramón Martínez, preso por el delito del "desacato" después de informar sobre un brote de cólera en la isla, ha dado cuenta de la situación "inhumana" que sufrió recluido en el penal Combinado del Este, que incluye hacinamiento, aislamiento y pésimas condiciones de higiene.

-De acuerdo con Naciones Unidas, 32 reportes indican que "existe separación de poderes en Cuba, lo que garantiza que el Poder Judicial desempeñe sus funciones sin sufrir interferencias por parte de otros poderes del Estado".

Es la propia Constitución cubana la que niega esta afirmación, al asegurar en el artículo 5 que quien dirige y orienta a la sociedad, al Estado y al Gobierno es el Partido Comunista de Cuba (PCC). Con esto coloca el partido por encima de la carta magna y de cualquier principio que ésta establezca, además de que rige en Cuba un sistema de partido único que regula la vida política de las personas y organizaciones de la isla.

-Nuevamente, el informe de la ONU asegura: "Aproximadamente 27 reportes informan que el sistema judicial está basado en la igualdad y en la presunción de inocencia. Además, está establecido el derecho a juicios públicos en los que los acusados pueden pedir una defensa y poseen el derecho a la apelación".

Sin embargo, diferentes informes aseguran que en Cuba rige uno de los sistemas penales más rígidos del continente, lejos del "garantismo" que esboza el informe de Naciones Unidas. No son pocos los especialistas que hablan de las medidas de "seguridad predelictivas" vigentes en la isla, según las cuales, por ejemplo, los reincidentes no tienen derecho a una pena en suspenso, sus condenas pueden verse incrementadas entre un 25% y un 50%, e incluso pueden ser objeto de vigilancia especial después de cumplida la condena. Además, existe en la isla el "estado peligroso", que habilita medidas como "internamiento en establecimiento asistencial, psiquiátrico o de desintoxicación", "asignación a centro de enseñanza especializada, con o sin internamiento", o "vigilancia por los órganos de la Policía Nacional Revolucionaria".

Durante la Cumbre de la Celac, se recrudeció la represión contra opositores. El martes, cuando un grupo de manifestantes se dirigía al Parque Martí, en el aniversario del natalicio del líder revolucionario, un operativo policial les impidió la marcha a través de la represión y de múltiples detenciones. Sólo uno de los asistentes a la cumbre, el chileno Sebastián Piñera, visitó a líderes opositores; entre ellos, las Damas de Blanco y el cardenal Jaime Ortega.


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