Desembarcan los turistas en Playa Girón medio siglo después
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La región costera del centro sur de Cuba conocida internacionalmente como Bahía de Cochinos conserva todavía escenarios y restos originales de los combates entre unos 1,500 exiliados anticastristas y las tropas revolucionarias.
Playa Girón, Cuba.- Medio siglo después de la fallida invasión lanzada por la CIA para derrocar a Fidel Castro, Playa Girón atrae a cada vez más turistas, convertida en un destino en el que la historia y la naturaleza se dan la mano.
La región costera del centro sur de Cuba conocida internacionalmente como Bahía de Cochinos conserva todavía escenarios y restos originales de los combates entre unos 1,500 exiliados anticastristas y las tropas revolucionarias. Además es un lugar apreciado por miles de turistas para el descanso frente al mar o el buceo, por sus aguas cristalinas y sus fondos cubiertos de corales y esponjas.
"Aquí el imperialismo norteamericano sufrió su primera derrota en América Latina", se lee en una placa colocada en el Museo Playa Girón, cuya remodelación concluyó puntual para el 50 aniversario de la fracasada invasión iniciada el 17 de abril de 1961 y frustrada por las tropas cubanas en apenas 65 horas.
El museo inaugurado en 1976 expone dos centenares de objetos históricos del desembarco y los posteriores combates, de las más de 2.000 piezas que atesora, entre armas de uno y otro bando, uniformes, mapas, documentos y recuerdos personales de caídos.
Entre sus oobjetos se encuentran un tanque T-34, un cañón autopropulsado Saw-100 y otros medios de combate empleados por las tropas de Castro, junto a lanchas utilizadas para el desembarco o restos de un avión B-26 estadounidense derribado. También se exponen una réplica del cañón empleado por Castro para el hundimiento del buque Houston, así como el ancla del barco.
Según la directora del museo, Bárbara Sierra, durante 2010 se recibieron más de 77.000 visitas, sobre todo de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Canadá, Argentina, Chile y México. "Cada día son más las personas que quieren conocer lo ocurrido", afirmó. Tras la restauración, ahora se ultiman detalles de la museología y museografía para facilitar la información en varios idiomas, indicó Sierra, citada por medios cubanos.
A pocos kilómetros se ha instalado otra exposición en la central azucarera "Australia", elegida por Fidel Castro como su puesto de mando para dirigir las operaciones contra los invasores. El lugar rebautizado como Comandancia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias muestra brújulas, gorras y brazaletes de mercenarios capturados, así como por ejemplo el uniforme y documentos incautados a Leo Francis, piloto estadounidense derribado por la defensa cubana.
Según Deisy López, guía de este museo parada obligatoria para quienes visitan la región, el cadáver de Francis estuvo congelado 18 años en el departamento cubano de Medicina Legal ante la negativa de Estados Unidos a reconocerlo, hasta que finalmente fueron reclamados sus restos y enviados de regreso.
La exposición muestra también fotografías de los caídos, de las capturas de los invasores y numerosas informaciones sobre el desarrollo de la operación, en la que se confiscó gran cantidad armas y municiones estadounidenses. "Todavía no se ha hecho el recuento completo del material bélico ocupado", asegura López.
En otro de los sitios históricos, en el poblado de Palpité, se puede leer en un cartel: "Hasta aquí llegaron los mercenarios".
La invasión de Playa Girón se produjo en momentos de crecientes tensiones entre Cuba y Estados Unidos, apenas dos años después del triunfo de la revolución cubana, que el 1 de enero de 1959 derrocó al régimen proestadounidense de Fulgencio Batista.
Pese a que Washington reconoció en un primer momento al nuevo gobierno liderado por Fidel Castro, pronto reaccionó a la nacionalización de intereses norteamericanos con medidas de presión política y económica. Entre otras decisiones, dejó de comprar azúcar y de proveer de petróleo a la isla, algo que llevó finalmente a la ruptura de relaciones en enero de 1961 y fue acercando a Cuba cada vez más a la Unión Soviética.
Ante el potencial peligro que se desprendía de tener un aliado de Moscú a apenas 150 kilómetros de sus costas, el gobierno de Dwight Eisenhower comenzó a idear acciones encubiertas para derrocar a Castro, entre ellas el desembarco en Girón, recordado hasta hoy como uno de los principales fracasos militares estadounidenses.
La CIA formó y adiestró la llamada "Brigada 2506" de exiliados anticastristas a fin de que desembarcara en Cuba y despejara el camino para la llegada de un "gobierno provisional" desde Miami. La idea era que éste solicitara desde la isla ayuda militar a Estados Unidos con el fin de acabar con el gobierno de Castro.
El desembarco se inició a primeras horas del 17 de abril, cuando el sucesor de Eisenhower, John F. Kennedy, no llevaba ni cien días en el cargo. El 19, las tropas revolucionarias habían capturado ya a los últimos invasores, quienes encontraron fuerte resistencia al llevar a Cuba. Los combates dejaron 108 muertos entre los invasores y 156 entre las tropas cubanas. Al año siguiente, 1.113 prisioneros fueron canjeados por medicinas y comida para niños.
Lejos de conseguir sus objetivos, la invasión reforzó al gobierno cubano y recrudeció la Guerra Fría, llevando a la Unión Soviética a instalar misiles atómicos en la isla. En octubre de 1962, las tensiones entre Washington y Moscú en torno a dichos misiles pusieron al mundo al borde de una guerra nuclear.