Expone su obra en El Cerdo de Babel
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"Todos somos cerdos. Aren't we?", es la declaración que hace Lilette Jamieson a través de las pinturas de gran formato que componen su última serie. Y que mejor lugar para exponerlas que la Taberna El Cerdo de Babel, que orgullosamente exhibe estas piezas que juegan con la imaginación de quien las mira, a media luz por supuesto, mientras bebe un tarro de cerveza a la salud de los comensales.
Desde la noche del pasado jueves, cuando se inauguró la exposición, los visitantes pueden observar los "retratos" de los cerdos que pululan en el universo pictórico de Lilette: un hombres rudo enfundados en jeans y con pistolas en mano, cowboy urbano que calza tenis en lugar de botas, una pareja de amantes, un hombre solitario que dormita con el control remoto en la mano, una mujer "fashionista" que contesta despreocupada su celular.
A la manera del minotauro, estas criaturas reflejan la profunda naturaleza humana, en la que hay espacio para la valentía, la pereza, el orgullo, la lujuria; pero los rostros de estos seres nacidos del pincel de Lilette pertenecen a los cerdos, bestias cuyo nombre se pronuncia en forma despectiva, pero que para los comensales de este céntrico bar es una especie de mote cariñoso.
Los retratos de gran formato no son algo nuevo en la producción de la autora, pero ahora dejó de lado el dibujo a carboncilo para presentar una obra de colores vivos, en la que la figura de estas criaturas es la protagonista indiscutible, por lo que no hay una "escenografía", sólo colores que resaltan a estos cerdos que, como sostiene la autora, bien podrían representar a los comensales de El Cerdo de Babel.