Más revelaciones sobre relación entre obesidad y diabetes

Círculo
/ 22 septiembre 2015

    Un estudio demostró que la sangre de los pacientes obesos grado uno tiene la capacidad de oxidar la insulina recombinante humana

    México.- Una investigación mexicana de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional demostró que la sangre de los pacientes obesos grado uno tiene la capacidad de oxidar la insulina recombinante humana.

    ¿Por qué ocurre esta situación y cómo afecta a las personas?, a estas preguntas le busca dar respuesta la investigación politécnica. La doctora Ivonne María Olivares Corichi comentó que la posible causa de que la insulina disminuya su función es la formación de un polímero, que son varias insulinas unidas entre sí.

    En la actualidad, Olivares Corichi, junto con el doctor José Rubén García Sánchez y las maestras en ciencias María de Jesús Rincón Víquez y Liliana Gutiérrez López, consiguieron producir un anticuerpo policlonal que puede reconocer a la insulina polimerizada.

    "Con dicha herramienta podremos determinar la concentración real de insulina polimerizada que circula en los pacientes; sin embargo, este es el inicio para proponer a la insulina oxidada como un biomarcador de resistencia a la misma hormona", dijo la responsable de la investigación.

    Como parte de este trabajo, los investigadores politécnicos plantearon que cuando la insulina oxidada es inyectada en ratones para ver su efecto hipoglucemiante, éste se ve disminuido. Con ello pudieron darse cuenta que la causa es la formación de un polímero conformado por varias insulinas que se unen entre sí.

    La investigación de la Escuela Superior de Medicina del IPN, a partir de los primeros resultados obtenidos, pretende diseñar una prueba por medio de la cual se pueda detectar a la hormona polimerizada que circula en la sangre de las personas, además determinar en qué cantidad lo hace.

    De cumplirse lo anterior, esto serviría como un indicador, diagnóstico y monitoreo de resistencia a la insulina en los pacientes obesos.

    Y será en este tipo de personas porque fueron quienes participaron en el estudio que realizó el IPN. Sólo fueron personas obesas grado uno, que no tienen hipertensión, ni perfil lípido alterado o síndrome metabólico como lo pudieran padecer los pacientes obesos grado 2, 3 y 4.

    De esta manera --dijo la investigadora-- se podrá contar con una herramienta más para el tratamiento de pacientes con la finalidad de evitar las complicaciones de la obesidad, como sería el caso de la diabetes.

    "Es decir, que si en los obesos ya empieza a disminuir la función de la hormona por la formación de polímeros de insulina, es muy probable que en el paciente con diabetes la concentración de insulina sea mayor, y por lo tanto, menos funcional", indicó la especialista del IPN.

    La investigación se enfocó a la insulina, pero cualquier proteína que circule en el organismo de una persona con obesidad puede ser susceptible a oxidación. Sin embargo, hay muchas enfermedades a las que se les ha relacionado con el estrés oxidativo que modifica a los lípidos y proteínas entre otras moléculas, lo que provoca que pierdan su estructura y función original.

    Olivares Corichi concluyó que con los resultados que se obtengan "podríamos diseñar algún tratamiento antioxidante para evitar que la insulina recién generada se vaya sintetizando y no se oxide, ya que es imposible revertir el daño de la insulina polimerizada".

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