Oribe Peralta quiere revancha

Saltillo.- En 1996, Oribe Peralta de 12 años miraba por televisión, en su casa del ejido La Partida de Torreón, el primer campeonato en la historia del Santos, el equipo de sus amores. Ahí estaba, entre otros jugadores, Benjamín Galindo y Héctor Adomaitis, el entrenador y auxiliar actual de los guerreros, respectivamente.
    
Desde entonces Oribe Peralta se fijó la meta de ser uno de esos ídolos. Para ello, reconoció, ha sufrido para llegar hasta donde está parado. Monterrey lo compró en 2004 y llegó como refuerzo a Torreón en 2006. Sin embargo casi siempre quedaba a la sombra de extranjeros como Matías Vuoso (ya nacionalizado mexicano) o Christian Benítez. En el último campeonato del Santos, en 2008, sólo inició tres encuentros. Fue cedido a préstamo a Chiapas por un año y se hizo de la titularidad.

En 2010 regresó a Santos. Durante la última final que disputó el equipo, hace un año contra Monterrey, Oribe estaba lesionado y no pudo salir a la cancha. Por eso no duda en decir que para él, la final que empieza hoy en Torreón, es una revancha.
    
"Pase por momentos muy difíciles y ahora me dan la confianza", comentó en rueda de prensa. Peralta habla poco; pareciera que sabe poco de entrevistas pues pega mucho la boca al micrófono y suena un eco. El encargado de prensa del Club tiene que separarle el micrófono.
    
Quizá también, por sus orígenes, por conocer las raíces de esta región lagunera, comentó que así como aquel equipo del 96 le dio alegrías a la gente, él buscará que los niños rían con el campeonato. Incluso se refirió al contexto de inseguridad de la ciudad. "Sería bueno darle una alegría a los niños que viven aquí, en la inseguridad", comentó.
    
Éste torneo Peralta anotó 10 goles, fue campeón panamericano y fue llamado a la selección nacional. Sobre el juego de la final, mencionó que el equipo está pensando en hacer lo suyo y no lo que pueda o deje de hacer el  rival. Consideró que así sea la mejor o peor defensiva, se merece todo el respeto. "Mañana no juegan los números y esto es ganar o ganar", declaró.
    
Los reporteros "bombardearon" al delantero sobre cómo vencer a la mejor defensa y el oriundo de La Partida, Coahuila simplemente contestó: "No se han enfrentado a nosotros". Luego, osó asegurar que el Santos es mejor equipo que Tigres porque ellos juegan a encerrarse, mientras que los laguneros buscan siempre el marco.
    
Y como Jared Borgetti con aquel cabezazo (en fuera de lugar) en 1996 le dio el primer título a los de la Comarca, Peralta también soñó con dar el gol del campeonato: "Cualquier jugador sueña con meter el gol del título"; pero al final, su humildad salió a relucir: "Todo depende del grupo. Yo no juego solo y sin ellos no estaría aquí".