Película de Eugenio Derbez busca la lágrima fácil a costa de lo más rastrero: crítico español

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/ 28 septiembre 2015

El crítico español Javier Ocaña calificó a Eugenio Derbez como un Cantinflas sin gracia

México, DF. La crítica a la película No se aceptan devoluciones de Eugenio Derbez ha levantado ámpula y despertado el nacionalismo más recalcitrante del mexicano. Y es que el diario español El País la describió así:

Perdonen si están a punto de vomitar, pero ese es el nivel de No se aceptan devoluciones, una comedia familiar con toques de melodrama, formalmente cochambrosa y éticamente despreciable, de esas que buscan la lágrima fácil a costa de lo más rastrero.

Este fin de semana se pudo ver la opera prima del comediante de Televisa en España, que en México y Estados Unidos obtuvo buenas y malas críticas, pero sobre todo grandes ganancias que hasta el momento ascienden a los 44 millones de dólares.

Cabe señalar que está crítica llamada Cochambre familiar no va dirigida al público que consume cine comercial sino al público español que está muy alejado de las producciones estadounidenses que inundan nuestras salas con historias más simplonas que las de Derbez.

El periodista Javier Ocaña señala que no existe comparación entre No se aceptan devoluciones y Kramer contra Kramer y que tiene más parecido a una versión cutre (chafa) de esas penosas comedias familiares comandadas por Adam Sandler o Jim Carrey.

"No se aceptan devoluciones apela al valor del cariño por encima de cualquier defecto en la educación de los niños, a través de los desvaríos de un ligón profesional, una especie de Cantinflas sin gracia al que hay que soportar como sex symbol". 


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