Restaurantes se sensibilizan ante discapacidad visual

Círculo
/ 23 septiembre 2015

En nuestro país las personas ciegas han sido excluidas de espacios públicos, lo cual está penado por la ley.

México, D.F..- La falta del sentido de la vista no es impedimento para que las personas ciegas y/o con baja visión accedan a restaurantes de la República Mexicana, como ocurrió con Sara Alfie, discriminada junto con su perro guía cuando un gerente del restaurante Texas Ribs en Acapulco le impidió contundente la entrada a ella y a lo que llamó "mascota", argumentando que por respeto a los comensales en ese stablecimiento no estaba permitido el acceso con animales. "Deje a su mascota afuera, y usted podrá entrar a comer", dijo el gerente.

"Quítese usted sus ojos e intente comer conmigo sin sus ojos, para que conozca la importancia de un lazarillo que no es mascota, sino un perro guía que sustituye mis ojos, y es mis ojos", respondió Sara, quien sin dudarlo se dirigió a la Procuraduría Federal del Consumidor en Acapulco, Guerrero, para interponer una queja.

Sara Alfie Turkie, de 37 años, conoce sus derechos y sabe que la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles en el DF indica en su artículo 34: "Los restaurantes, los establecimientos de hospedaje y los establecimientos mercantiles con licencia de funcionamiento tipo B deberán proporcionar a los clientes la lista de precios correspondientes a las bebidas y alimentos que se ofrecen en la carta o menú, y deberán contar con carta o menú en escritura tipo braille, y permitir el acceso a personas invidentes acompañadas de sus perros guía".

Sara, como muchas personas con discapacidad visual, sabe también que el artículo 58 de la Ley Federal de Protección al Consumidor indica: "que el proveedor de bienes, productos o servicios no podrá negarlos o condicionarlos al consumidor por razones de género, nacionalidad, étnicas, preferencia sexual, religiosas o cualquiera otra particularidad.

".Dichos proveedores en ningún caso podrán aplicar o cobrar tarifas superiores a las autorizadas o registradas para la clientela en general... Tampoco podrán cobrar cuotas extraordinarias o compensatorias a las personas con discapacidad por sus implementos médicos, ortopédicos, tecnológicos, educativos o deportivos necesarios para su uso personal, incluyéndose el perro guía en el caso de invidentes".

Después, Sara y su hermano enviaron un mensaje de Twitter a sus contactos explicando lo ocurrido en Acapulco: el texto llegó a Juan Carlos Perezcano, director del establecimiento.

Juan Carlos Perezcano localizó a Alfie Turkie, le ofreció una disculpa y se comprometió a implementar una capacitación intensiva a sus 280 empleados basada en la atención a las personas con discapacidad.

Sara sugirió implementar el concepto de manecillas del reloj: "la bebida puede estar a las 3 horas del reloj: a la derecha; si es a las 12 horas quiere decir que está al frente del comensal; si es a las 6 quiere decir que lo tiene frente a la persona, y así sucesivamente".

Perezcano ofreció que fuera justamente ella quien capacitara a su personal. Sara accedió y comenzó una campaña de capacitación y sensibilización hacia las personas con discapacidad, con el aval de la Asociación Mexicana de Restaurantes (AMR) y la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentados Condimentados (Canirac).

Para el empresario, "un restaurante que no da buena atención al servir y atender está destinado al fracaso". Considera que a partir de un serio error cometido en el restaurante de Acapulco, se abrió una ventana de oportunidad que les permitirá ser incluyentes con las personas con discapacidad.

Durante la entrevista con Sara en uno de los restaurantes de Perezcano, Zowi, el perro guía, permanece debajo de la mesa, siempre atenta a su dueña. Ahora el mesero sabe además cómo debe atender a una persona ciega.

En días pasados Sara Alfie explicó ante un auditorio de más de 300 personas relacionadas con la industria restaurantera que no contar con un menú en braille -pese a que la ley lo obliga-, llevar el plato y sólo dejarlo en la mesa; no decir cómo están colocados los utensilios y prohibir la entrada de perros guía son algunas de las dificultades que enfrentan las personas ciegas en los restaurantes.

Jorge Pulido, presidente fundador de Contacto Braille A.C., comenta: "sólo hemos elaborado 120 menús, a pesar de que tan sólo en el Distrito Federal existen más de 800 restaurantes. No tenerlos significa una multa que oscila entre 700 y 100 pesos, y muchos restaurantes cuentan con dos menús braille tan sólo porque saben que la ley los obliga, y es un trámite que deben hacer ante la delegación. Pero los prestadores de servicios en general no están capacitados para atender a las personas con discapacidad". Jorge Pulido es una persona ciega, y argumenta que en un restaurante invariablemente el mesero se dirige únicamente a su esposa que es normo-visual. "Como si yo no existiera". Lo mismo ocurre con María Elena Castrejón, una mujer ciega licenciada en Economía con posgrado en Mercados Financieros, quien argumenta que "muchas personas ciegas no saben braille, y además muchos diabéticos que han perdido la visión también han perdido la sensibilidad en la yema de los dedos, lo cual les impide leer en braille".

Castrejón agrega que una carta braille está repleta de miles de puntos que difícilmente una persona ciega tendrá la paciencia de recorrer hasta llegar a aquel alimento que quiere pedir.

Prototipo para accesibilidad

Es por esto que entre las prioridades de María Elena Castrejón está desarrollar un prototipo de audiomenús para las personas con discapacidad visual, que consiste en un control de mano con números específicos para los diversos alimentos de la carta. El número 1 podría pertenecer a sopas, el 2 a carnes, el 3 a postres y así sucesivamente. "El comensal sólo tendrá que sentarse y escuch ar el menú para elegir".

Con este implemento ellos y ellas podrían acudir a cualquier restaurante por sí solos. También en el trasporte público debería existir una grabación, anunciando lasparadas y letreros en sistema braille", sostiene.

Entregan premio Compartir XXIII Edición

El 20 de septiembre, Santiago Velázquez Duarte recibió el Premio al Líder Social, reconocimiento otorgado durante la entrega de los premios Compartir XXIII Edición, "por su trabajo desinteresado, su compromiso de vida y sus aportaciones a la sociedad. Santiago Velázquez es sin duda un líder social en el sentido más amplio de la palabra", se dijo al micrófono mientras Santiago subía con su silla de ruedas al foro del Teatro Insurgentes para recibir este galadón, mientras un centenar de personas lo aplaudían con gran entusiasmo.

Fue Emilio Alvarez Icaza Longoria quien esa noche presidió el jurado, integrado por 12 personas, representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil.

Estas son algunas de las razones que lo hicieron merecedor de dicho reconocimiento:

En 1992 Santiago Velázquez fue nombrado presidente de la Agrupación de Personas con Limitaciones Físicas en Nayarit, y a partir de entonces comenzó a trabajar por la atención integral hacia las personas con discapacidad motriz.

En 1994, siendo delegado de México ante la Organización Mundial de Personas con Discapacidad (OMPD), fue responsable de la revisión de los proyectos de desarrollo de Latinoamérica que se presentarían ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en diciembre fue nombrado miembro del Consejo Mundial de la ONU.

Ha impartido más de 100 cursos en México y en el extranjero, y logrado la donación de más de 600 sillas de ruedas a personas necesitadas.

También fueron reconocidos la Asociación para Evitar la Ceguera en México, I.A.P.; "Hospital Luis Sánchez Bulnes", con el Premio a la Institución en Asistencia Social.

Proeducación I.A.P., a quien se le otorgó el Premio a la Institución en Educación; y la Asociación Civil Visión Mundial de México, que recibió el Premio a la Institución en Desarrollo Comunitario.

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