Uso excesivo de la fuerza, ¿dónde está la frontera?
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Valdrá la pena que la Fiscalía General de Coahuila, cuyos elementos han sido señalados, ofrezca una explicación puntual de los hechos y que ésta resulte veraz
La información que se conocía al momento de cerrar esta edición no permitía saber con certeza qué había ocurrido. Sin embargo, podía plantearse una hipótesis preliminar que parece plausible: el funesto saldo de los hechos implica que se usó de forma excesiva la fuerza.
La redacción de la nota no puede aportar todas las respuestas que, de acuerdo a las reglas del periodismo, debe contener una pieza de este tipo. Y a tal hecho contribuye, en gran medida, la falta de información proveída por quienes tienen la obligación de proporcionarla: las autoridades.
Se conoce, sin embargo, el hecho irrebatible que obliga a la reseña: un ser humano está muerto y su deceso ocurrió durante un episodio en el cual participaron agentes policiales que habrían accionado sus armas.
Las versiones proporcionadas por vecinos del lugar donde ocurrieron los hechos refieren que se escucharon disparos y que estos estuvieron relacionados con la “persecución” de personas a quienes se identifica como migrantes.
“Venían migrantes corriendo con mujeres y niños. Policías de la Fiscalía los venían persiguiendo y les iban tirando balazos”, aseguraron vecinos de la colonia San Miguel, donde se registraron los hechos alrededor de las nueve y media de la noche de ayer.
Pese a las horas transcurridas entre el episodio y el cierre de esta edición, los datos seguían siendo confusos y aquí es necesario señalar, una vez más, la razón fundamental de ello: la escasa información proporcionada por las autoridades estatales.
Al momento de cerrar esta edición tendría que resultar sencillo, por ejemplo, saber con certeza si la persona que perdió la vida sufrió un impacto de bala. Sin embargo, esa era una de las incógnitas que en los primeros minutos de hoy prevalecían.
¿Qué conjeturas pueden hacerse a partir de la escasez de datos? La más tentadora es, sin duda alguna, que nos encontramos ante un presunto caso de uso excesivo de la fuerza por parte de agentes policiales.
Valdrá la pena que la Fiscalía General de Coahuila, cuyos elementos han sido señalados por los vecinos del lugar, ofrezca una explicación puntual de los hechos y que ésta resulte veraz a los ojos del público.
Porque una de las cosas que deben tener claras en torno a este hecho es que los ciudadanos saben identificar claramente cuándo una historia es verosímil y cuándo se está intentando encubrir una actuación indebida.
Adicionalmente, es preciso tener claro que la ausencia de información concreta -que, de acuerdo con los datos conocidos, parecía posible conocer- ha dejado la mesa puesta para la sospecha y provoca resquemores frente a la actuación de la autoridad.
Al respecto, es necesario dejar claro que, si los agentes policiales actuaron con exceso en el uso de la fuerza, lo que todo mundo esperaría es que sean investigados y no que se pretenda encubrirles. Esperemos que la Fiscalía actúe a partir de esta lógica.