Juez de innumerables concursos, para Jorge Padilla Moreira el verdadero tesoro de la cocina no está en los reconocimientos ni en el sabor, sino en la convivencia que conforma el proceso
- 14 diciembre 2025
La parrilla es mucho más que un simple asador, es un laboratorio en constante ebullición. Es un espacio donde se experimenta, donde la prueba y el error se convierten en maestros, y donde la combinación de texturas, olores y condimentos lleva al término adecuado.
Lo que para muchos podría ser un proceso tedioso –prender el carbón, sentir el humo que impregna la piel, mancharse los dedos de negro, preparar múltiples tablas para picar y vigilar cada sellado de la carne–, para Jorge Padilla Moreira significa pasión.
Esos experimentos se traducen para Jorge en tardes eternas de profunda satisfacción. Es en los procesos largos, en la paciencia de la espera para alcanzar el punto perfecto del brisket, donde él realmente descubre el valor incalculable de la cocina. No es solo un platillo, es una experiencia.
La experimentación no es sinónimo de improvisación. Siendo ingeniero civil, los procesos, tiempos y cantidades son mucho más fáciles de medir. Además tiene experiencia como docente de matemáticas y dirigiendo hospitales, por lo que cantidades y temperaturas no se dejan al azar.
Con humildad, el hombre de 53 años confiesa haber aprendido “más por tragón que por cocinero” en las cocinas de los hospitales, donde los procesos metódicos y la sanidad se cuidan al milímetro. Estos principios de precisión y pulcritud son fundamentos que hoy conserva celosamente en cada una de sus preparaciones
“Fue por el año 2013 que empecé a interesarme más por este tema de la parrilla, sobre todo por el ahumado. Me compré mi ahumador y empecé a hacer pruebas. Eché a perder mucha carne, pero empecé a estudiar, empecé a investigar, compré libros, me fui a dar la vuelta a Texas y lugares cercanos a ver el barbecue, a investigar y hacer pruebas”, dice Jorge.
Asegura que aunque hay teoría adquirida de esa literatura, debe sus técnicas a la vía empírica, como hacían las abuelas y las madres que nunca estudiaron gastronomía pero son imbatibles en el sabor.
“Me gustan mucho los números, me gustan mucho las matemáticas, me gusta mucho la ingeniería, pero tengo corazón de cocinero”, afirma.
De su madre, Dora Elia Moreira, recuerda el calor y la sensación de una tortilla de harina recién hecha y “aventada”, untada con mantequilla y una pizca de sal, enrollada como lápiz.
Creció entre buñuelos y palanquetas de cacahuate. La paella tenía un sello característico con costilla de cerdo, pollo y al fondo caldo de pescado y azafrán. Los platillos estelares de Dora Elia eran una sopa de crema de elote y el cortadillo de chile morita.
Sus amistades y familiares abrazan su sazón, de ahí que poco antes de la pandemia comenzaron a hacerle pedidos para brisket y costillas, negocio que mantiene junto a un food truck de birria de res.
Las paredes de la palapa en su casa –donde comenzó su negocio de parrilladas personalizadas– está cubierta con los reconocimientos y premios que le han otorgado en eventos como el Festival de la Paella, el Festival del Cabrito y el Festival de la Carne Asada de Coahuila.
Música country ameniza su cocina. Utiliza hasta tres asadores al mismo tiempo y sirve entradas de pan con mantequilla vaquera que prepara previamente con anchoas, cebollín seco, ajo en polvo, paprika, mostaza york, chile quebrado, sal, pimienta y lemon pepper con sal ahumada.
Sirve además un pan de acero hecho al sartén como se hace en las regiones septentrionales y centrales de Coahuila, al que agrega chicharrón Alanís.
Explica a detalle las partes del corte mientras espera que se derrita la mantequilla y sirve a un lado una salsa molcajeteada de ajo, limón y chile piquín.
Sin ser chef de profesión, tantas veces destacó y ganó en esos eventos que las organizaciones pasaron de entregarle los primeros lugares a la posibilidad de ser juez.
Para ello está capacitado por la World Barbecue Association y la Kansas City Barbecue Society, por lo que es invitado a juecear en otras ciudades del país, incluidas aquellas donde hace eventos la Sociedad Mexicana de Parrilleros.
El jueceo no solo le permite viajar por todo el país, sino probar y aprender diferentes técnicas que van aplicando parrilleros y equipos.
Su legado es alejarse de las limitantes cuando se trata del asador, que los parrilleros no se limiten a las agujitas, las quesadillas y el guacamole. El asador como laboratorio abre la puerta a postres, entradas, verduras y hasta ensaladas.
“Para mí eso es lo bonito de esto, que la gente pruebe, ver una expresión de agrado, ver una expresión de satisfacción, hasta te olvidas de comer de estar sirviendo y ves a la gente comiendo y que digan ‘qué rico’, ya con eso ya te quedas satisfecho, eso es lo bonito”.
Tiene cuatro hijos y Jorge ya ha comenzado a enseñar algunos trucos y secretos de la parrilla a los mayores.
El mayor aprendizaje, no obstante, dice encontrarse en aquello que rodea a la parrilla y no tanto en lo que se coloca sobre ella.
Ingredientes
- - 1 pieza ribeye Choice o Prime, 2 pulgadas
- - 1 cebolla finamente picada
- - 1 limón exprimido
- - 2 barras de mantequilla a temperatura ambiente
- - Sal, pimienta negra o rub seco de elección
- - Aceite de oliva
- - Ajo finamente picado
- - Cilantro finamente picado
- - Perejil fresco finamente picado
- - Ralladura de medio limón
- - Pimienta cayena
- - Paprika
- - Tomillo seco
- - Mostaza Dijon
- - Filetes de anchoas
Procedimiento
- 1. Retira la humedad del corte de carne.
- 2. Frota un poco de aceite de oliva y sazona con un poco de sal, pimienta y/o rub.
- 3. Deja marinar 15-20 min.
- 4. Cocina el corte a fuego indirecto en asador con tapa hasta la temperatura interna deseada.
- 5. Término medio: retirar a 120°F internos.
- 6. Luego sella a fuego directo y alto por ambos lados de forma rápida.
- 7. Reposa 8-10 min. cubriendo con aluminio o recipiente cerrado. Coloca encima una rodaja de mantequilla para derretir. Disfruta el corte.
- 8. Mantequilla cowboy: mezcla las dos barras de mantequilla con ajo, cebolla, cilantro, perejil, limón exprimido, ralladura de limón, sal, pimienta negra, pimienta cayena, paprika, tomillo seco, 3-4 cdas. de mostaza y 2-3 filetitos de anchoas bien picados. Prueba el sazón al gusto. Forma un rollo con la mezcla. Envuelve en papel film y congela hasta endurecer.
Sugerencia:
puedes agregar acompañamientos a este corte como: salsa de chile piquín y ajo; con pan de maíz en acero con chicharrón de Alanís y tartas de hojaldre con queso crema y ate de membrillo en tabla de cedro. Aquí te decimos cómo hacer los acompañamientos.
Ingredientes
- - Harina de maíz (preferente Don Cayetano o Harina Miller)
- - Harina blanca todo uso
- - Huevo
- - Leche
- - Aceite vegetal
- - Sal y pimienta
- - Polvo para hornear
- - Cebolla
- - Tomate
- - Cilantro
- - Chicharrón botanero de Alanís
Procedimiento
- 1. Mezcla los ingredientes secos, una tza. de harina de maíz, 1/2 tza. de harina blanca todo uso y 1 cdta. de polvo para hornear. Sazona al gusto con sal y pimienta o cualquier otro rub seco.
- 2. Mezcla por aparte un 1/3 de tza. de aceite vegetal con un huevo batido y ¾ de tza. de leche entera. Mezcla todo de manera uniforme. Esta masa no es necesario dejarla reposar.
- 3. Por aparte sofríe por unos min. la cebolla con el tomate y agrega el chicharrón ya cortado en cubos pequeños, sazona al gusto y termina con cilantro fresco. Enfría y reserva.
- 4. Mezcla la masa del pan con el sofrito de chicharrón y vierte en un sartén de acero, previamente engrasado. Lleva al asador a fuego indirecto por alrededor de 12-15 min.
- 5. Retira cuando, con un palillo ensartado en el centro, este salga limpio. Sirve con crema ácida y más chicharrón y cilantro picadito.
Ingredientes
- - Chile piquín fresco
- - 2 cabezas de ajo
- - Limón
- - Aceite de oliva
- - Sal gruesa
Procedimiento
- 1. Corta la parte superior de cada cabeza de ajo, rocía con aceite de oliva y sal gruesa, y envuelve en papel aluminio. Lleva al asador a fuego indirecto hasta que se cocine y suavicen los ajos.
- 2. En el molcajete, exprime el ajo en forma de pasta y machaca con sal gruesa. Agrega chile piquín y muele con la pasta. Agrega aceite de oliva extra virgen y un chorrito de limón a la mezcla.
Ingredientes
- - Masa de hojaldre
- - Queso crema
- - Ate de membrillo
- - Azúcar blanca o morena
- - Huevo
- - Tabla de cedro
- - Chips de cerezo
- - mantequilla
Procedimiento
- 1. Previamente sumerge la tabla de cedro en agua al menos una h para hidratar.
- 2. Corta la masa en cuadros o círculos medianos para que quepan al menos 3 en la tabla.
- 3. Pon un poco de mantequilla en la tabla y coloca la base de la tarta.
- 4. Rellena de queso crema y ate de membrillo.
- 5. Pon con una brocha un poco de huevo batido alrededor de la masa para pegar la tapa y con un tenedor sellar todo el perímetro.
- 6. Al final, haz unos cortes pequeños a la tapa de la masa con un cuchillo, pon más huevo encima y espolvorea con azúcar.
- 7. Lleva al asador con tapa a fuego indirecto sobre la tabla, cuidando de que la tabla no genere llamas.
- 8. Coloca los chips de cerezo previamente humectados en agua sobre la brasa para el ahumado.
- 9. Tapa el asador y hornea a 300°F por unos 15 min. revisando la cocción hasta estar listos. Se pueden servir en caliente de manera opcional con una bola de nieve de vainilla.

