Lo que la pandemia nos quitó, el 21K Coahuila nos lo regresó
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Cuando el último corredor cruzó la meta del 21K Coahuila 2019, nadie imaginó que tendrían que pasar dos años para que nueve mil personas volvieran a reunirse en las calles de Saltillo.
En la vigésimo quinta edición de la Gran Carrera de México nos faltaron corredores, aquellos a quienes cobró con vida la pandemia de COVID-19.
Pero esta misma edición, nos permitió ver que la resiliencia de las personas es más grande que la desgracia, y que si de alcanzar la meta se trata, todo es posible y todos pueden lograrlo.
Débiles visuales, atletas en silla de ruedas, corredores de alto rendimiento, parejas, familias, niños, mascotas y hasta superhéroes.
Fueron 21 kilómetros en 12 calles. Metro a metro se observaron rostros cansados, piernas acalambradas y gotas de sudor.
Pero con aplausos y gritos de aliento, las dolencias se transformaron en la frase: “solo unos metros más”. Y de pronto, el final estaba enfrente. Uno a uno, nueve mil historias diferentes cruzaron la meta.
Lo lograste, corredor. Solo tú conoces tu historia. Solo tú sabes qué te motivó a retar este medio maratón. Solo tú sabes qué superaste. Solo tú sabes a quién se lo dedicaste.
Este 12 de junio del 2022, recuperaste algo que te había sido robado durante dos años y todo comenzó cuando te formaste en la línea de salida.
Quizá llegaste tarde a la alineación, pero no importa, la competencia es con uno mismo.
Empezó el calentamiento, los músculos se dividieron entre funcionar y calmar los nervios. No dejaste de ver la hora. Por fin, era el tiempo de poner a prueba el entrenamiento. O en todo caso, si no te preparaste, calar qué tanto podrías avanzar.
Viste a quienes te rodeaban, pensaste que quizá los verías todo el recorrido. Y de pronto sonó el himno nacional. Se te erizó la piel, ya solo faltaba la cuenta regresiva.
Diste los primeros pasos, mucha gente. Intentando no tropezar comenzaste el trote.
Sabías que la calle de Urdiñola sería un desafío, como el bulevar Venustiano Carranza. Pero los superaste a ambos.
En el trayecto escuchabas a la gente a tu alrededor, pero se mezclaba con tu mente recordándote el cansancio.
Varias veces creíste que el cuerpo no lo lograría, pero tenías motivos suficientes para cambiar eso. Y lo hiciste, cuando giraste hacia el bulevar Francisco Coss, sabías que ya nada te detendría. Solo estaban la meta y tú.
Felicidades, fuiste parte de un hecho histórico. La reactivación de una carrera que no solo mueve a personas, sino que también cambia vidas.
Después de lo de este domingo, no serás la misma persona. Algo cambió, algo regresó a ti. ¿Qué? Solo tú lo sabes.