20 del 2020 ¿caerá el veinte?
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DIGNIDAD Y BIOÉTICA
Dos riesgos hay.
Que se haga excepción de personas haciendo preferencias y exclusiones a la hora de salvar la vida y que se crea solución médica la eutanasia que mata al enfermo terminal.
Los autores de la guía de bioética pretendían privilegiar a un sector de la población (los jóvenes) por encima de otro (los ancianos).
“Esto es ilegal, ilegítimo e inmoral: ilegal, porque viola el artículo 4 de la Constitución que asegura el derecho universal a la protección de la salud; ilegítimo, porque es una acción contraria a la justicia y gravemente atentatoria de los derechos humanos fundamentales, e inmoral, porque implicaría una gran maldad basada en un enfoque utilitarista en materia ética”. (Rodrigo Guerra López, miembro de la Academia Pontificia para la vida).
Tiene gran importancia que los pacientes, ante los que ya no se puede hacer nada para que no mueran, reciban los pertinentes cuidados paliativos.
Hay que aclarar que “nunca estos cuidados paliativos deben ser usados para ocultar prácticas eutanásicas o encarnizamientos terapéuticos, sino para ayudar a que, quien está muriendo, lo haga en condiciones dignas a nivel humano, psicológico y evidentemente médico”.
Sobre la posibilidad de que los enfermos se puedan despedir de sus familiares; el doctor Rodrigo Guerra López aseguró también que “si bien en la situación de contingencia pueden existir dificultades para que esto ocurra, existen hoy tecnologías de fácil acceso que pueden ayudar a realizar esto sin graves complicaciones sanitarias”.
VOLVER AL PRESENTE
Los manejos equivocados del confinamiento han tenido como consecuencia, el miedo, el insomnio, la impaciencia, la irritación, el aburrimiento y, en casos extremos, hasta el suicidio. El manejo sabio de la cuarentena vista como oportunidad, en contraste, ha logrado integración familiar, reconciliaciones, reflexiones, iluminaciones y tomas de conciencia, nuevos hábitos, mejora de la condición física, organización y limpieza hogareña, experiencia de trabajo en equipo. En lo social, admirables actitudes de solidaridad.
Toda la equivocación ha tenido como raíz la falta de presencia en el presente. Hay un pensamiento fugitivo y una imaginación noctívaga que inventa siempre lo peor y atrae fantasmas para asustarse con ellos. La solución sencilla es volver al presente. Solo ahí está la vida. Solo ahí se construye la paz interior y el momento feliz. La adicción al pensamiento negativo, que genera quejas, inseguridades y ansia, por lo futuro o lo pasado, produce un estado enfermizo más virulento y destructivo que el que se quisiera evitar.
ENCONTRAR LA ROCA
Eckhart hace el comentario de la parábola de Jesús. El hombre que construye sobre arena y queda su casa en ruinas al llegar la tempestad y el que cavó más hondo y encontró la roca para una firme cimentación. Su casa estaba intacta y firme después de la tormenta.
En tiempos tempestuosos se requiere excavar más hondo hasta encontrar lo consistente y recio dentro de sí mismo. No quedarse en superficialidades de noticias, de emociones, de rumores sino llegar a la conciencia. Quien tiene fe llega también a descubrir la Presencia divina capaz de resistir todos los embates exteriores y las tentaciones interiores.
CUBREALIENTOS CON NACIONALIDAD
Bueno, eso de decir “tapabocas” discrimina a la nariz. Equivaldría a un pasamontañas zapatista o a pañuelo de asaltabancos. Cubrealientos sería un buen neologismo que incluye lo nasal y lo bucal. Se publicó en internet un trazo alegórico en que aparecen jóvenes con cubrealientos con nacionalidad porque cada uno exhibe, en esa prenda, los colores de la bandera de su país. Es un mensaje de unidad. Señala el buen fruto de los riesgos universales: provocar la unidad, que no es unicidad ni uniformidad, sino unir lo diverso y múltiple como se observa en el plan de la Creación y lo vive y lo siente el hombre en la plurifacética unidad de su propio cuerpo.