Café Montaigne 110
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Gracias por leer esta saga de columnas deportivas. Iniciamos divagando, conversando sobre futbol soccer; hoy continuamos. Ya luego entraremos de lleno a desplumar eso llamado cultura. Esto del soccer y cualquier deporte es apasionante. Si usted lo ve de manera sólo deportiva, el ángulo deportivo, pues depende del deporte de su elección, es disfrutable en grado sumo (extremo, con buenas y hartas emociones) o, bien, ciertos deportes se disfrutan acompasadamente. Entre los primeros he estado viendo los encuentros de volibol de los Juegos Panamericanos, los cuales al momento de redactar esta nota están entrando a su recta final en Lima, Perú. Volibol y basquetbol espectaculares como siempre. Me gusta la gimnasia. Hay otros deportes que en tres o cuatro horas, de largo plazo, pues se disfrutan harto: el beisbol, por ejemplo. México como país va, como siempre, atrás de las potencias en el medallero. Se aspira a las medallas de siempre en los deportes de siempre: squash, frontón, raquetbol. Taekwondo, tiro con arco… lo mismo.
Ya desplumaremos lo anterior, es decir, cómo queda México en estos juegos Panamericanos. Pero no deja de ser escandaloso lo siguiente: Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena y su corte de claques (entre ellas la directora de la Conade, Ana Guevara) dijeron ser diferentes. Su bastión, sus palabras aún hoy son las siguientes: no son lo mismo que el PRI o el PAN. No son igual, no… qué va, son peor. Junto con los funcionarios y deportistas acreditados por México en los Juegos Panamericanos, la jefa de la delegación, la directora Ana Guevara, acreditó (Gafete A2) a Héctor García, director del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), quien no tiene ninguna función activa en dichos Juegos, pero tiene una “palanca” contra la cual no hay defensa: ayuda a entrenar beisbol al cacique de AMLO (información periodística del día 31 de julio). A lo anterior se le nombra turismo a costa del Estado, como aquí lo ha practicado Ana Sofía García Camil.
¿Son iguales al PRI? No, son peor: los del PRI no mienten, son lo que son; estos de Morena se creen santos, se dan golpes de pecho y van a misa enlutados, pero son demonios: mienten, engañan, compran conciencias y si usted se atreve a criticarlos le enderezan epítetos con un lenguaje rudo y violento: usted entonces es un “fifí”, un “conservador radical”, un “traidor”, miembro de la “mafia en el poder” y un largo etcétera. Es decir, la violencia, la desacreditación subjetiva y personal y, por extensión, la trivialización y vulgarización del lenguaje. Esto es AMLO y sus claques. ¿Qué hacía en Lima, Perú, Héctor García (quien asesora al cacique de AMLO en sus prácticas de béisbol), qué función tiene allá? Ninguna, es turismo avalado por el cacique.
ESQUINA-ABAJAN
Y como el beisbol es a huevo el deporte oficial federal, igual por orden del tirano en jefe, Hacienda va a liberar más de mil millones de pesos (específicamente mil 057 mdp. De nuevo con letra: mil 57 millones de pesos) con los cuales va a comprar dos estadios de beisbol para convertirlos en escuelas (lo que con mucho tiempo se lo había platicado y advertido en este mismo espacio. Perdón, pero jamás me equivoco. Se los dije…). Son los estadios ubicados en Sonora, el “Héctor Espino” en Hermosillo y el “Tomás Oroz” en Ciudad Obregón. Y si usted ha revisado mínimamente el presupuesto federal se habrá dado cuenta que sólo para estos dos estadios, y por capricho presidencial, el dinero destinado para este par de adquisiciones casi iguala el presupuesto anual de la Conade. ¡Puf! El presupuesto de la Conade es de mil 718 millones de pesos. Saque usted sus conclusiones. Es decir, ¿necesitamos a huevo y nos urgen el par de estadios para nuestra juventud o es un capricho presidencial?
Volvamos al inicio. Le decía y le digo que no me gusta el soccer. Cuando juega la Selección de México por lo general me invento compromisos de agenda insoslayables. He llegado incluso a “enfermar de muerte segura” a mi abuelita (la cual murió hace lustros), todo para no ir a ver dichos partidos patéticos. Les huyo como a una plaga letal. Atentos lectores que, como usted me favorecen con su atención, me han comentado que me quedado corto, muy corto en las cifras monetarias que se manejan en este tipo de transacciones y equipos de soccer. Puede ser. No lo dudo. Y es que todo se maneja con mucho hermetismo porque está involucrada harta lana y sobre todo control social de las masas. Por ejemplo, aquí los vecinos regios andan vueltos locos porque los Rayados contrataron a un tal Vincent Janssen, holandés él, delantero. Lo traen bien pagado. Pero hay varios detalles: el delantero no juega en equipo desde el 12 de mayo. En la campaña pasada con su equipo, el Tottenham, ojo, en toda la campaña sólo jugó… 36 minutos en total. Un cartucho quemado, pero que aquí va a ser tratado como rey.
Rayados en esta campaña acaba de romper la barrera de los 100 millones de dólares para el valor de una plantilla de jugadores en la Liga infantil mexicana de soccer. Todo un récord. Pero, no pagan la seguridad en su estadio ni afuera de él: todo lo tiene que cubrir el municipio o el Estado. Así las cosas con este equipo millonario. Y hablando de millonarios, los millonarios del América (Águilas) acaban de vender a su arquero, Agustín Marchesín. Se va al Porto, en Europa. ¿Cuánto se pagó por él? 9 millones de euros. Le digo: no es deporte, es lana, harta lana. Y de última hora el escándalo de las cervezas “rellenables” o “toñas”, como se les conoce aquí, en el Estadio Corona del Santos Laguna. ¿Sabe quién tiene la concesión de esta venta de cervezas adulteradas? Eurest, la cual pertenece a Levy Restaurants que da servicio a varios estadios deportivos, entre ellos, el BBVA del Monterrey…
LETRAS MINÚSCULAS
¿Esto lo saben los aficionados, les interesa? No. Ellos sólo ven rodar el balón y se emocionan y beben…