“Cuando sea grande quiero ser líder sindical”

Esto sucedió cuando se enteraron del dineral que cobraron el secretario general del sindicato, sus familiares y compinches, como compensación por aceptar darles un respiro a las arcas municipales, al elevar la edad y antigüedad de sus afiliados para jubilarse.

Les platico: en el 2012, Rafael Reyes Montemayor aceptó la propuesta del alcalde en ese entonces -Mauricio Fernández- para elevar a 25 años los requeridos para jubilarse y a 65 de edad con el mismo propósito.

El tema fue manejado como un logro de aquella administración municipal, pero lo que nunca se supo -hasta ahora mediante esta irreverente columna- fue lo que cobraron el líder sindical y sus cercanos, por semejante favor.

En los documentos que aquí adjunto se muestran las evidencias de los casi $5.7 millones de pesos a valor actual, que le dieron como “bono de resultados”.

Esto equivale al sueldo de 6 años que los contribuyentes le pagamos al alcalde.

¿Resultados? ¿Cuáles? Si el buen señor y una cuarentena de sus familiares y amigos cobran sin trabajar.

Si no trabajaban cuando no había pandemia, menos en éstos 2020 y lo que va del 2021, con el pretexto de que están en modo “Total Home”.

Elevar los mínimos de antigüedad y edad le pegan derechito a los intereses de sus agremiados, no le hace que ya sean privilegiados, porque en el mundo real, para jubilarse, uno debe acumular 30 años o más de chamba y rondar casi los 70 de edad para que el INSS (Instituto Nórdico del Seguro Social) nos pague un porcentaje de lo que devengamos durante toda una vida.

Solo los burócratas gozan de esta clase de privilegios extra terrestres, pero ese es tema de otro cantar.

Aquí les platico que la pataleta que acaba de aventarse don Rafa al tirársele a la yugular al alcalde Miguel Treviño, por supuestamente obligar el municipio a sus trabajadores a que firmen sus jubilaciones, es una estrategia para tratar de que le den otro bonito (diminutivo de bono) equiparable al de $5.7 millones que le autorizó el Cabildo de SPGG en el 2012, para aceptar los aumentos de edad y antigüedad contra sus agremiados.

En un oficio que don Rafa dirigió el pasado 15 de julio a los sindicalizados municipales, les dice que han emprendido acciones legales contra el ayuntamiento de San Pedro Garza García por semejante afrenta.

Quiero decirles que el Capítulo 10 del Contrato Colectivo de Trabajo firmado entre el municipio y el sindicato, no prohíbe que el patrón -en este caso, el Municipio- tramite la jubilación de sus trabajadores.

ESTÁ COBRANDO FACTURAS

Durante su campaña reeleccionista, Miguel Treviño presumió que contaba con el apoyo del sindicato.

Bueno, pues aquí está la factura que don Rafa le está cobrando ahora: emprende acción legal contra el municipio por entrometerse, según él, en el asunto de las jubilaciones.

Seguramente el líder sindical está preparando el terreno para que suceda lo mismo que en el 2012: negociar una buena rajada de dinero a cambio de que se ponga en modo “facilito y cooperando”, no le hace que con eso les dé en la madre a los intereses de sus propios agremiados.

CAJÓN DE SASTRE

“Qué lodazal en plena canícula”, dice la irreverente de mi Gaby.