Dumbo

A principios de la década de los 40, los estudios Walt Disney no seguían en la bonanza económica que les trajo su primer largometraje animado “Blanca Nieves y los Siete Enanos”, de 1937.

Y es que joyas como esa titulada “Fantasía”, de 1940, tuvieron su aceptación popular hasta años después, por lo que el estreno en 1941 del largometraje animado “Dumbo”, sobre un elefante pequeño que utiliza con la ayuda de un pequeño ratón el aparente defecto de sus orejas enormes por las que es víctima de burlas en su mayor virtud que será la de poder volar, no sólo mantuvo el prestigio de la crítica mundial  por su buena manufactura (ganó un Oscar a la Mejor Música y en el Festival de Cine de Cannes obtuvo un premio al Mejor Diseño de Animación) sino que su éxito taquillero propició la llegada de clásicos de temática similar como “Bambi”, en 1942, así como los que le siguieron hasta finales del siglo XX como “La Bella y la Bestia” (1991); “Aladdino” (1992) y “El Rey León” (1994), entre otros más.

A finales de esta segunda década del siglo XXI, y después del éxito taquillero de adaptaciones de clásicos animados como la mencionada “La Bella y la Bestia” a películas de acción viva como la que se estrenó en la primavera del 2017, el pasado fin de semana se estrenó a nivel mundial incluyendo México la versión con actores de “Dumbo”, cuya mayor virtud es que fue cobijada por un maestro del género fantástico como Tim Burton, quien precisamente bajo el sello Disney ya había entregado un éxitos taquillero en el remake en acción real de un clásico animado como “Alicia en el País de las Maravillas”, el cual además ganó un par de Oscares tanto al Mejor Vestuario como a la Mejor Dirección de Arte del 2010.

Basada en un guion de Ehren Kruger (“Intriga en la Calle Arlington”) , la historia animada de “Dumbo” se traslada de mediados de la Segunda Guerra Mundial a finales de la Primera Mundial cuando en el estado de Florida en el año de 1919 llega a un circo ambulante propiedad de Max Medici (Danny DeVito) una de sus anteriores estrellas, Holt Farrier (Colin Farrell) que recién ha llegado de conflicto bélico en cuestión dado que dejó con Max a su esposa y sus hijos para encontrarse con que su mujer ha muerto víctima de la influenza y que por una discapacidad que sufre en combate no es la opción más atractiva para el espectáculo que el mencionado circo requiere en una época de reconstrucción.

De ahí que Max lo que puede ofrecerle a Holt es hacerse cargo de la más reciente adquisición en la que ha puesto todas sus esperanzas: una elefanta oriental que está por dar a luz, y al hacerlo nace el elefante de grandes orejas de la original que viene a ser el protagonista perfecto para darle continuidad a los héroes inadaptados del universo de Burton al que se añaden además de De Vito (“Batman Regresa”; “El Gran Pez”) las presencias del primer actor fetiche de Burton, Michael Keaton (“Beetlejuice”; “Batman”) ahora convirtiéndolo a él en villano; del ganador del Oscar Alan Arkin (quien apareció como padre de Winona Ryder en “El joven manos de tijera”) y la más reciente actriz fetiche del cineasta, Eva Green (“Miss Peregrine”) en una gratificante trama con muy vigente mensaje pro-animal.

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