El plástico invasor y la lucha por el medio ambiente
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La conquista de los océanos por parte de la basura de plástico que parece inacabable, es sólo uno de los frentes que la Humanidad debe combatir para salvar a la Tierra
El refresco es uno de los productos más demandados para saciar la sed de millones de personas, pero contribuye a la generación de problemas de salud como la obesidad y sobrepeso.
Más aún, por el elevado nivel de tales padecimientos, México encabeza la lista de naciones “enfermas”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De hecho, esta situación desencadenó también la cifra de pacientes con diabetes, enfermedad que la Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta como la primera causa de muerte en el País, y estima que llegará a 333 millones de diabéticos en 2025.
Tal incidencia de males derivados del abuso en el consumo de refrescos, así como de aguas y alimentos azucarados, también lleva a cuestionar si los millones de litros de aguas embotelladas son bebidas confiables?
Y es que el agua embotellada pasó de ser un producto conveniente, a erigirse como un sistema alternativo de agua potable. En Estados Unidos, alrededor de un tercio de los consumidores prefiere el agua en garrafones o botellas, que la del grifo. En México, a nivel nacional las estimaciones indican que ocho de cada diez personas beben agua embotellada, ¿Por qué?
Entre el 80 y el 90 por ciento de quienes compran agua embotellada esgrimen como razones para esa acción, que el líquido comprado les da más “seguridad” y “calidad”. La ciencia, no obstante, advierte que ese no siempre es el caso y en ocasiones el agua de las tuberías está menos contaminada que la que se envasa.
La larga introducción sobre el consumo de refrescos y aguas embotelladas, sirve para indicar no únicamente para alertar del riesgo que puede causar a la salud de las personas; también está el tema del año al medio ambiente.
Ríos de otro líquido, la tinta, han corrido sin pausa para alertar sobre el problema de la basura creado por los miles de millones de botellas de plástico desechables para agua potable que se venden cada año sin regulación en todo el mundo.
También hay cientos, si no miles de fotografías y videos que retratan la manera en que el plástico invadió los Siete Mares y ya no hay rincones en el océano que puedan presumir de no haber sido alcanzados por los polímeros afectando a la todas las especies que antes enseñoreaban en el aparentemente interminable imperio acuoso.
Desde la semana pasada, la Organización de Naciones Unidas (ONU), punta de lanza de un movimiento planetario para atender la crisis climática, participa otra vez de forma muy activa en otra Cumbre del Clima, la COP25, que se desarrolla en Madrid y que pretende comprometer a más de 200 naciones para que contribuyan a frenar el efecto invernadero que tiene de cabeza el clima de nuestro planeta con todas las consecuencias que ello trae.