Equipos de espionaje y los brókers panistas, millonario negocio
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Las secretarías de la Defensa Nacinal y de la Marina y la propia Presidencia dieron su visto bueno; Pemex pagó a Rafael y éste a sus operadores en México
CDMX.- La empresa israelí Rafael Advanced Defense Systems vendió material bélico y de espionaje a Pemex para combatir la ordena de ductos valuado en 110 millones de dólares, lo anterior durante el sexenio de Felipe Calderón.
Luego la empresa israelí y al margen del contrato transfirió más de 140 millones de pesos a cuatro compañías mexicanas, tres propiedad de destacados panistas, el exprocurador Antonio Lozano Gracia y los hermanos José Luis y Jorge Salas Cacho.
Las secretarías de la Defensa Nacinal y de la Marina y la propia Presidencia dieron su visto bueno; Pemex pagó a Rafael y éste a sus operadores en México: los hermanos Salas Cacho quienes valiéndose de sus conexiones al más alto nivel en la petrolera, fueron los brókers; el despacho de Lozano Gracia pulió el aspecto jurídico y una empresa llamada Petrolatin fungió como enlace.
Aunque la administración de Enrique Peña Nieto nunca utilizó la tecnología para frenar el robo de combustible, si continuó haciendo negocios con la empresa de Israel pues el 23 de diciembre de 2015, una plataforma de espionaje por 2 mil 459 millones de pesos fue adquirida por la Policía Federal.
De lo anterior quedó un adeudo para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador por mil 300 millones de pesos y el contrato según el titular de la Secretaría de la Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo tuvo un sobrecosto e irregularidades que denunció ante la FGR y la SFP.
El equipo adquirido incluía instalación de sensores en ductos, así como la compra de una decena de aviones y lanchas no tripulados, que serían controlados desde los Centros de Control y Comando (C4) en Monterrey y Villahermosa, según el contrato firmado el 18 de noviembre de 2009.
Y aunque el contrato no contempla ningún pago a intermediarios, las transferencias fueron producto de un trato con Petrolatin que a su vez subcontrató a los panistas. Hécto de la Garza Poinsot, fundador de Petrolatin cobró 40 millones de pesos, el despacho de Lozano Gracia, cerca de 45 millones y los hermanos Salas Cacho, 60 millones. Con información de la revista Proceso