‘Gobernadores de Coahuila…’
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El título completo del libro es “Gobernadores de Coahuila y Personajes de Saltillo”. Volumen de poco más de 170 páginas de la autoría de mi amigo, don Mario Dávila Flores. Recién salido de la prensa, el libro llegó a mis manos vía la generosa mano de su autor. Lo topé a él y su gentil esposa en un merendero local y don Mario acercó el libro a mis ojos con una generosa dedicatoria. El tiro de la edición es de 500 ejemplares, sin duda, ya de colección. Y claro, son pocos ejemplares disponibles, accesibles para cualquier ciudadano o lector que no dudo se acercará a sus páginas gozoso con el fin de abrevar de anécdotas, historias y estampas de ese Saltillo nuestro que poco a poco se escapa como una voluta de humo entre las manos.
El libro se deja leer con placer y deleite. Y es que apenas en su primer texto, el que dedica al exgobernador Román Cepeda Flores (1951-1957, en la gubernatura), con su estilo donde va entremezclando historias, consejas y citas eruditas, don Mario transcribe un párrafo aleccionador de don Alfonso Reyes: “… los tiempos son duros, la gente no está de buen humor, los países andan revueltos, el dinero padece inflación, o sea que el trozo de carne está por las nubes”. Texto publicado por el esteta regiomontano allá por las lunas de 1953 y que hoy adquiere fiera resonancia y actualidad. Parafraseando: los tiempos son duros; con la victoria de Andrés Manuel López Obrador sólo una pequeña parte del País quedó contenta y la otra, la más, quedó de mal humor. Los países (Venezuela, Nicaragua, Guatemala, EEUU…) están más que revueltos, la inflación aunque controlada, da igual, no alcanza para nada a los ciudadanos “normales”, digamos, como usted o como yo, señor lector, y el trozo de carne, como en los buenos tiempos de Alfonso Reyes, sigue por las nubes…
¿Cuáles son sus personajes favoritos de Saltillo, de ayer o de antier? ¿A quién recuerda más como gobernante, ya sea por sus obras, sus anécdotas o por sus airadas maneras de ser cotidianamente? Sin duda, cada quien tendrá su Saltillo especial tatuado en su memoria y en sus ojos. Hay tantos “Saltillos” como ciudadanos nacemos y habitamos esta ciudad otrora preñada de agua y hoy, con un calor seco y desquiciante el cual escurre lleno de espanto y en la madrugada justo en nuestra espalda. Hay tantos barrios, calles, plazas y callejones y lugares como bares y cantinas preferidas, como ciudadanos tienen tatuados en su corazón a su vecino o personaje favorito. Es agradecible entonces que don Mario Dávila Flores haya hecho su muy personal selección de gobernadores, personajes y lugares de Saltillo, para retratarlos con su pluma y sus recuerdos.
ESQUINA-BAJAN
Caray, no es poca cosa cuando hablamos precisamente de que nuestros recuerdos rápidamente se vuelven humo, polvo con el paso del imbatible tiempo y ahora con las redes sociales las cuales todo lo pudren en minutos. Son seis inquilinos de Palacio Rosa los cuales retrata don Mario: Román Cepeda, Raúl Madero, Braulio Fernández, Oscar Flores Tapia y José de las Fuentes Rodríguez. Sin duda, el más carismático y reventado, don Oscar Flores. Y otro de este tipo de estirpe, el famoso “Diablo” de las Fuentes. Mario Dávila sazona a estos personajes con historias, leyendas urbanas y todo lo que rodea este tipo de personajes públicos que están por siempre en el imaginario colectivo de la gente del pueblo.
En el segundo apartado del libro, el autor reseña aquellos eventos y hazañas deportivas que fueron incubadas en Saltillo y su región. Cómo no recordar el origen de los Saraperos de Saltillo, el poder en el bat de Héctor Espino, la derrota de Saraperos frente a los Charros de Jalisco en la final de la liga, justo cuando los nuestros estaban a sólo un juego de llevarse el título. Juego que nunca ganaron, perdiendo cuatro al hilo en una de las primeras debacles que los llevarían con el paso del tiempo, a motejarlos con el “ya merito”. Pues sí, ya merito eran campeones. Don Mario relata las hazañas del famoso pugilista “El Zurdo” Galván y platica de una buena reyerta de la cual ni idea tenía: cuando vinieron los basquetbolistas llamados “Ola verde” y quienes les propinaron una soberana felpa a la UAAAN y al Tecnológico de Saltillo.
En el apartado de “Personajes de Saltillo”, aparecen retratados con su pluma certera, Santana Jiménez, “Los camecos”, Carlos Aguirre del Valle mejor conocido como “La Locha”, el popular Lalo Aguirre, “El Pitarreo”; y dos personajes tan extraños, como universales fueron: Raúl, un hombre con eternas gafas oscuras con su caja de cartón que recorría diario todo el Centro histórico, y claro, “El Chino”, quien vestía de saco todo el tiempo. Ambos personajes ya unidos a la eternidad. Pero, me ha llamado notablemente el perfil de un personaje, una dama de la cual no sabía nada: Lolita Santos, a quien acertadamente el autor le endosa lo de “enigmática”. Lea este perfil de vida, un gran personaje para una buena novela de amor o policiaca. O ambas. Lolita Santos vivió por la calle Juárez con General Cepeda, a pasos de la Iglesia de San Francisco. “Gobernadores de Coahuila y Personajes de Saltillo” libro de colección de don Mario Dávila.
LETRAS MINÚSCULAS
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