Hasta que hizo justicia la Revolución (crónica de Jesús Peña)

Justicia la Revolución.

Que te hizo justicia la revolución, dice la gente para dennotar que por fin te pasó algo bueno, que el destino fue benévolo contigo, que la vida te tuvo lástima, que tu suerte se condolió de ti, “cabrón,  hasta que te hizo justicia la revolución.  Que el tu patrón te dio un aumento de sueldo: hasta que te hizo justicia la revolución.

Que por fin agarraste novia, a pesar de lo feo que estás; hasta que te hizo justicia la revolución.
Que tu suegra se fue de la casa, después de vivir 20 años contigo la vieja: hasta que te hizo justicia la revolución.

Que ahora sí tu viejo ya no te golpea ni te pone el cuerno: hasta que te hizo justicia la revolución.
Que ya te dieron tu casa de Infonavit, de una recámara, en un méndigo multifamiliar: hasta que te hizo justica la revolución.

Que ya tu vieja se mide más en los gastos y no te asalta la cartera: te hizo justicia la revolución.

Que ya tu mamá te dejo tener novio a los 46 años: hasta que te hizo justicia la revolución.

Que ya te van a consultar en el área de Urgencias del Seguro, después de estar esperando ocho horas con un dolor de apéndice, te hizo justicia la revolución.

Que tu viejo tiene ya una semana que no pistea: justicia la revolución.

Que ya nomás le debes 40 mil pesos a la prestamista de tu barrio: la revolución.

Y yo me pregunto, ¿qué diablos tendrán que ver todas esas sandeces con la gesta heroica de 1910?

Seguramente nada.

Pero de tanto que se repite, la frase ya se ha vuelto choteada, simple, ramplona.

¿Les habrá hecho justicia la revolución, por ejemplo, a los campesinos de los ejidos del semidesierto de Coahuila que viven en la pobreza más insultante?

¿Les habrá hecho justicia la revolución a los obreros que siguen cobrando ese insulto de salario semanal?

¿Les habrá hecho justicia la revolución a las trabajadoras domésticas sin seguridad social ni prestaciones de ninguna especie?

Yo digo que no…