‘Khublay’ se jubila
A finales del año será jubilado y lo hace con su participación más reciente en las labores de búsqueda en los escombros que dejó el terremoto del 19 de septiembre.
CDMX.- El oficial canino “Khublay”, un pastor Belga Malinois de la Policía Federal, está por cerrar un ciclo de vida dedicada a la labor de búsqueda y rescate de personas en zonas de desastres naturales, con un récord de 108 localizaciones, 15 personas con vida y 93 fallecidas.
A finales del año será jubilado y lo hace con su participación más reciente en las labores de búsqueda en los escombros que dejó el terremoto del 19 de septiembre.
Ágil, disciplinado y confiable, así es “Khublay”. Sobresaliente en sus búsquedas, con un margen de error mínimo que lo hace uno de los caninos de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) más importante en la unidad.
Atrás de él viene “Lucas”, un oficial canino tipo Labrador. Muy joven, apenas dos años y medio de edad, pero con el mismo adiestramiento que “Khublay”. Fueron donados por el gobierno de Estados Unidos por medio de la Iniciativa Mérida.
Sus manejadores han creado un vínculo tan estrecho con ellos que ya son parte importante en sus vidas, no ven un día sin los caninos. Incluso los consideran parte de su familia.
“No quiero que llegue el momento, va a ser muy difícil separarme. Paso con ´Khublay´ ocho horas diarias, es parte de mi familia, es un amigo. Es todo para mí”, dice Ulises, policía tercero que expresa la nostalgia por la partida de su amigo en el mes de diciembre.
A sus nueve años de vida y siete de servicio en la Policía Federal, el pastor belga ha sido requerido en varios desastres como la explosión en la Torre de Petróleos Mexicanos (Pemex), en donde logró ubicar a tres personas entre los escombros.
También tiene participaciones internacionales, como en el rescate de los desastres naturales de Haití, Guatemala y Ecuador.
NUEVAS GENERACIONES
En la Unidad Canina de la Policía Federal también está “Lucas”, un labrador muy joven y juguetón, capaz de hacer lo mismo que “Khublay”.
El policía tercero, Alejandro, es el encargado de estar siempre con “Lucas”, lo baña, le da de comer, juega con él. Como si fuera su hijo.
Antes de entrar en acción en una zona de intervención o desastre, Alejandro mira a “Lucas”, lo relaja por todo el estrés acumulado durante el trayecto a la “zona cero”.