La maestra Guadalupe desapareció hace un año; la encuentran en fosa clandestina
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El cuerpo de la maestra de primaria Guadalupe Barajas Piña, de 32 años, fue identificado entre los 72 cadáveres hallados en fosas clandestinas en Salvatierra, Guanajuato
GUANAJUATO, Gto.– A casi un año de su desaparición, ocurrida el 29 de febrero del año pasado, el cuerpo de la maestra de primaria Guadalupe Barajas Piña, de 32 años de edad y madre de una niña, fue identificado entre los 72 que fueron encontrados dentro de las fosas clandestinas localizadas en octubre pasado en el Barrio de San Juan, en Salvatierra.
Personal de la Fiscalía de Guanajuato informó este viernes a la familia de la maestra que el proceso de identificación genética forense dio un resultado positivo, por lo que se concluyó que, tras su desaparición, ella fue asesinada e inhumada clandestinamente en un extenso predio, donde entre octubre y noviembre se recuperaron en total los restos de 72 personas.
Representantes del colectivo “Mariposas destellando buscando corazones y justicia”, del que forma parte la familia de la maestra, confirmaron la identificación de sus restos.
La tarde de este viernes, los familiares esperaban que los restos de Lupita Barajas les fueran entregados para darles sepultura.
Con la maestra, suman siete las personas que eran buscadas por este colectivo y que han sido encontradas entre los cuerpos exhumados en el Barrio de San Juan, cerca del Eco Parque El Sabinal, dentro de la zona urbana de Salvatierra.
“Salvatierra está sufriendo, y todo mundo nos callamos. Este colectivo somos 25 familias de Salvatierra y llevamos siete localizados en esa fosa; quiere decir que van a salir más y más. Y siguen desapareciendo personas”, dijo una buscadora del colectivo.
La maestra Lupita era afanosamente buscada desde su desaparición, ocurrida la mañana del 29 de febrero, cuando se encontraba visitando a sus papás en Salvatierra y había salido a comprar comida para el almuerzo.
La profesora tenía unos años de residir en Irapuato con su esposo e hija. Impartía clases en la primaria rural “Guadalupe Victoria” de la comunidad La Valencianita en ese municipio.
Lupita se había comunicado por teléfono con sus papás y su esposo mientras se encontraba en una calle de la ciudad comprando tortas. Pero después de esa comunicación no volvieron a tener contacto con ella.
A principios de marzo pasado, colectivas feministas e integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) dirigieron varias cartas a la Fiscalía de Guanajuato para exigirle que desplegara todos los recursos para la localización de la profesora desaparecida.
En esa ocasión, el magisterio expresó su temor por las condiciones en que realizan su trabajo en escuelas de ciudades y comunidades, principalmente en la región sur del estado, donde no cuentan con garantías para su seguridad.
“Eso es inaceptable señor gobernador. Le pedimos de todo corazón que nos ayude, ya que ni estudiantes ni maestros nos sentimos seguros en Salvatierra. Hay quienes piensan que es un ‘verdadero infierno’”, expusieron en una misiva dirigida al gobernador panista Diego Sinhue Rodríguez.
De ese lugar fueron exhumados los restos de 72 personas, la mayoría de los cuales no han sido todavía identificados por la Fiscalía.
En una reunión efectuada esta semana con el colectivo “Mariposas”, el fiscal Carlos Zamarripa les comentó que alrededor de un 45 por ciento de los cuerpos y restos recuperados en Salvatierra se encuentran ya identificados –aproximadamente 32 cuerpos– aunque no les dio el número exacto y tampoco les precisó cuántos de estos cuerpos ya fueron entregados a las familias que los estaban buscando.
“No vamos tras el culpable, ni siquiera el por qué pasó; eso es algo que tiene que hacer la Fiscalía. Sólo que nos digan en dónde está –expresó la representante del colectivo Mariposas–. Los buscamos en vida y muerte, pero ya que los encontramos, no paramos hasta regresarlos a su casa”.
