Marcelo Torres Cofiño: La tragedia
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Marcelo Torres Cofiño es el mejor candidato panista a la Presidencia Municipal de Torreón, desde aquella mejor versión del Jorge Zermeño de 2017.
Torres Cofiño posee la imagen mercadotécnica del político triunfador; es carismático, atractivo e inteligente. Se mueve como pez en el agua en el Campestre pero también en las colonias populares. Sabe escuchar a sus amigos y adversarios para construir puentes por igual. Trabaja en su doble meta las 24 horas del día: ganar la Presidencia Municipal de Torreón para catapultarse luego a la gubernatura de Coahuila en 2023.
Además, cuenta con las medallas y las experiencias de un ascenso político meteórico: Regidor del Ayuntamiento de Torreón (2010-2013); diputado federal (2012-2015); secretario del PAN nacional (2017-2018); presidente interino del PAN nacional (5 meses de 2018); diputado local (2018-2020); presidente de la Junta de Gobierno del Congreso Local (2019-2020) y ahora candidato para la Alcaldía de Torreón en las elecciones por definirse el 6 de junio de 2021.
Leído el currículum político de Marcelo: ¿qué puede ir mal?, ¿de dónde puede surgir la tragedia que fusione su pasado, su presente y su futuro en un instante? Su tragedia es una: más allá de sus cualidades no ganará la Presidencia Municipal de Torreón. Las razones son seis:
1.- El panismo nacional, estatal y local está en una profunda crisis interna que lo ubica en tercer lugar después de Morena y el PRI. Incapaz de reinventarse –después del tusnami morenista. El PAN muestra un rostro dividido en tres: el PAN original –o lo que resta del mismo–, FRENA y México Libre de Felipe Calderón y Margarita Zavala. El apoyo federal del panismo nacional a la candidatura de Marcelo será mínimo: en el mejor de los casos.
2.- El panismo estatal refleja esa crisis bajo el liderazgo de Chuy de León: Las candidaturas para las alcaldías y las diputaciones federales no fueron definidas por su liderazgo partidista sino por los bloques políticos establecidos en cada una de las cinco regiones de Coahuila. Marcelo va solo, sin el cobijo de Chuy de León.
3.- Jorge Zermeño hereda a Torres Cofiño un lastre en seguridad, servicios públicos, manejo de la pandemia, imagen urbana, suministro de agua en colonias populares, asuntos administrativos turbios, etcétera. Marcelo tendrá serias dificultades para recuperar la confianza de los electores que votaron por Zermeño.
4.- José Ignacio García Castillo, presidente del PAN municipal, renunció el 26 de marzo pasado para irse con el candidato morenista Luis Fernando Salazar. Marcelo no podrá utilizar gran parte de la estructura del PAN en Torreón.
5.- En las elecciones pasadas el PRI estatal logró carro completo con la ayuda del voto útil de los panistas. Difícilmente cambiará esa preferencia entre los panistas, cuando el enemigo a vencer es Morena. Marcelo tendrá –en el mejor de los casos– un voto panista dividido.
6.- La percepción pública en Torreón tiende –de manera significativa– a pensar que mientras la estructura priista ofrece resultados electorales; la panista no. Marcelo, tampoco, tendrá ese beneficio de la duda.
Esa es la tragedia de Marcelo: A pesar de su luminoso historial, no ganará la Presidencia Municipal de Torreón este 6 de junio próximo.