¿Quién no tiene un amigo priísta?

Les platico en privado y en público que no se sientan tan orondos ni sobrados, porque lo que ocurrió este domingo no se puede tomar como el parteaguas que el iluso de Alito dice que fueron esas elecciones.

Morena perdió hasta los calzones en Coahuila y le rompieron las medias en Hidalgo, por lo que en seguida les platico:

1.- Como anillo al dedo.

Parafraseando a “ya saben quién”, este adelanto de las elecciones más grandes de la historia que serán en junio de 2021, les cayó como anillo al dedo a los coahuilenses e hidalguenses, para restregarle en la cara a AMLO y sus secuaces lo encabronados que están ante el gobierno fallido de la 4T.

Y eso que hubo un abstencionismo bestial de casi el 60%, porque si no, capaz de que el carro completo priista se convierte en locomotora y se lleva entre los rieles a los morenistas que hoy, andan como solovinos sin amo que les eche sus croquetas.

Entonces, Alito y priistas que le acompañan, el mérito no es de ustedes. La gente salió a votar contra AMLO y su gobierno, no necesariamente a favor del PRI.

Que el PAN y los otros partidos no hayan aparecido en escena habrá que achacárselo a los dirigentes de esos institutos políticos, que seguramente se dieron por bien servidos con que el más pintado para eso del acarreo le tupiera hasta por las orejas a los morenos.

2.- Morena es un soberano y republicano desmadre.

La pugna intestina que se traen los unos que lidera Mario Delgado -el carnal de Tatiana- contra los otros del asilo de Muñoz Ledo y los polacos de Yeidckol Polevnsky, habla muy mal del partidazo.

Alguien que tiene su oficina en el ala izquierda del segundo piso del Palacio Nacional, me dijo ayer que el huésped de la suite presidencial de ese lugar, es de la idea de dejar que se surtan entre ellos y apoyar al que resulte airoso.

El problema es que si no interviene va a tener que recoger con pala lo que quede de su partido.

Teniendo todo el poder que le gusta presumir...

3.- ...no me explico cómo AMLO no aplazó las elecciones de Coahuila e Hidalgo.

Hacerlas en el año del brote del bicho fue un suicidio político, tomando en consideración la forma desaseada en que la pandemia es manejada por el inútil de López Gatell.

Se necesita estar bien pulseras para que ninguno de sus asesores le haya soplado a la oreja que la gente ya no anda buscando quiénes son los causantes de más de 70,000 muertes por el virus, sino a quiénes se las van a cobrar.

Y los puerquitos resultaron ser los ilusos a quienes los dueños de Morena les encandilaron diciéndoles que como se postularían por el partido del Peje la tendrían bien panal.

Uno de los peores damnificados en Coahuila fue el sombrerudo senador morenista carbonero Armando Guadiana, que le metió una buena lana al patrocinio de varios candidotes a diputados locales, que fueron borrados del mapa por la aplanadora de votantes anti AMLO y anti Morena.

CAJÓN DE SASTRE

“Y como los rajones morenistas no quieren aceptar la partida de madre que les recetaron, ahora solo falta que invoquen su acostumbrada cantaleta del conteo voto por voto y casilla por casilla”, dice la irreverente de mi Gaby