Tsunami morenista: Coahuila
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Una gigantesca ola, color aguamarina con harta espuma en su cresta, cayó sobre México el pasado 1 de julio, como si ese torrente de agua intentará sanar el dolor que corroe las entrañas de la patria.
Ese tormento del alma que ha diluido la esperanza de las clases medias, populares y campesino-índigenas por décadas. Sí, el mismo suplicio, ahogado por la indiferencia y desprecio de las élites económicas y políticas, estrangulado por la partidocracia, camuflado siempre de violencia inmisericorde y cruel y tatuado de corrupción, impunidad y falta de oportunidades para acceder a una vida digna y justa.
Coahuila no escapó al poder de esa colosal masa de agua con efectos sexenales. El otrora orgulloso PRI estatal, ejemplo partidista a nivel nacional, fue arrasado. La ilusión del “carro completo” fue despedazada por la fuerza inclemente de una realidad insospechada.
El PRI perdió nueve alcaldías. De 27 pasó a 18; con la pérdida significativa de Piedras Negras, Francisco I. Madero, Matamoros, Parras y San Pedro. Y la imposibilidad de recuperar Torreón, Acuña, Monclova y Sabinas.
El tricolor, coaligado con PVEM y Panal, había alcanzado “carro completo” en las elecciones de diputados federales de mayoría relativa en 2015, pero el pasado domingo 1 de julio de 2018, sólo ganó dos diputaciones de siete en juego; las de Martha Garay (Distrito 4) y Fernando de las Fuentes (Distrito 7). Perdió las curules del sustituto de Fernando Purón, Jesús Mario Flores (Distrito 1), Ricardo Aguirre (Distrito 2), María Guadalupe Murguía (Distrito 3), Olivia Martínez (Distrito 5) y Miguel Mery (Distrito 6).
En las senadurías, Morena le plantó cara al PRI: la fórmula morenista de Armando Guadiana y Eva Galaz derrotó a la priista de Verónica Martínez y Jericó Abramo, dejando fuera del Senado a este último.
Por si lo anterior fuera poco, AMLO lideró la preferencia para Presidente con 44 por ciento, superando al abanderado del PRI, PpMid (25 por ciento).
¿Qué hará el gobernador Miguel Riquelme para superar los retos de este escenario, desde la oposición y con un PRI nacional y estatal desquebrajados?
Con siete meses de gestión, Miguel ha gobernado de manera prudente con tres preocupaciones puntales: promover la inversión, generar empleo y blindar la seguridad pública estatal. De manera metódica recuperó el control del Congreso estatal.
Sin embargo, su legitimidad política, posterior a la elección de 2017, es todavía incipiente porque no ha fortalecido su cercanía sistemática con la sociedad civil.
Armado de estas fortalezas estatales en progreso, Riquelme enfrenta, a partir del 1 de julio, desde la oposición, a un Gobierno Federal morenista.
Tres retos dificultan esa relación: ¿cómo gestionar recursos presupuestales de la Federación con sólo tres diputados federales priistas de 10 posibles, representando a Coahuila en el Congreso Federal: Martha Garay, Fernando de las Fuentes y Rubén Moreira? ¿Cómo hacerlo cuando sólo hay 52 diputados priistas para 54 Comisiones Legislativas; espacios decisivos para la gestión y negociación del presupuesto? Y, ¿dónde encontrar el soporte partidista para tal tarea, cuando después del tsunami morenista, el PRI nacional y estatal entraron en una crisis fundacional?
Con dos objetivos en mente, Miguel Riquelme está obligado a reinventar su estilo de gobernar. De otra manera, perdería el Congreso estatal en 2020 y no construiría la legitimidad política necesaria para llevar a buen puerto su gobierno sexenal.
En la línea de esa reinvención, seis tareas son apremiantes:
1. Ejercer un gobierno plural, transparente y democrático.
2. Trabajar con la sociedad civil.
3. Diseñar políticas públicas ligadas a la participación ciudadana; en su diseño, implementación y evaluación.
4. Trabajar con los 10 diputados federales coahuilenses –priistas o no– para gestionar los recursos necesarios para la entidad.
5. Establecer canales políticos de comunicación –confiables– con las autoridades federales morenistas.
6. Evitar la desintegración del PRI estatal.
En reinventarse para superar esos retos, Miguel se juega el futuro de su gobierno y de su partido.
@Canekvin