Y que el INE hace enojar a AMLO por el morenagate

Un sismo de magnitud de 7.1 grados sacudió al virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador. El primer gran escándalo de corrupción le llegó de “casualidad” a unas semanas de que ganara las elecciones.

Todo inició cuando el INE dio a conocer la multa de 197 millones de pesos por irregularidades en el manejo del fideicomiso creado por López Obrador para ayudar a los damnificados de los sismos de septiembre del 2017.

De acuerdo a información oficial del INE, el fideicomiso entregó 64 millones de pesos en 169 cheques de caja para 74 personas que obviamente fueron autorizadas por el comité técnico. Dichos cheques los cambiaron en el Estado de México, Cuernavaca, Puebla y Ciudad de México.

Coincidentemente ninguno de los que recibieron los cheques son del padrón de beneficiarios y casualmente 53 son militantes de Morena, qué suerte.

El futuro presidente de México suspendió hasta días de descanso para hacer recuento de los daños; desde este golpe perdió el control de la agenda política. AMLO dejó de ser proactivo para ser reactivo. Lo que no pudieron hacer en toda la campaña.

Posiblemente este es el primer movimiento de la jugada de ajedrez de la que será una feroz oposición que buscará recuperar posiciones en las elecciones del 2021 y su principal estrategia será la crítica contra el gobierno de Morena y Andrés Manuel.

La otra jugada es el blindaje que se intenta hacer desde los Congresos de los Estados; buscan cerrar puertas antes de que Morena tome el control legislativo. Recordemos que también tendrán poder absoluto en la Cámara de Diputados y Senadores.

A partir del primero de diciembre será muy interesante conocer la postura de los grandes críticos antisistema que apoyaron a Morena y López Obrador; la pregunta es, serán parte del sistema o mantendrán la postura crítica.

Por lo pronto, los escritores Paco Taibo y Elena Poniatowska se deslindaron de los malos manejos en el fideicomiso de Morena, a pesar de que eran integrantes de honor.

López Obrador está enojado porque las autoridades electorales no respetaron su investidura como próximo presidente y seguramente sabe que pudo ser una jugada política o, mejor dicho, una zancadilla para aflojarlo y bajarle la popularidad. Lo que es cierto es que asumirá la presidencia marcado por este sensible señalamiento del llamado Morenagate.

A nivel estados también podrían llegar los señalamientos de corrupción a políticos de Morena, se escucha que hasta en Sinaloa ya cocinan platillos fuertes. Muy atentos.

Fuga. El día de ayer la nota fue la fuga de reos del penal de Aguaruto en Culiacán, extraoficialmente se hablaba de 20 internos pero al final la cifra oficial fue de solamente dos. Por su parte, el gobernador del estado, Quirino Ordaz Coppel, calificó de inaceptable la fuga y afirmó que están enfocados en la recaptura. Por cierto, será más complicada la detención de estos evadidos porque las autoridades ya no cuentan con el amplio sistema de videovigilancia, porque se robaron las cámaras, en especial las de las rutas de salida de Culiacán.

Memoria política. “La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo”, José María Vargas Vila.