La vida después de un virus: así nos cambió la vida el coronavirus

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El arribo del microscópico SARS-CoV-2 puso de cabeza a Coahuila, se crearon nuevas formas de relacionarse, de educarse; y planteó desafíos económicos que todavía se exploran
A un año del primer contagio de coronavirus en Coahuila, nada es igual. Desde la orden de llevar las clases a distancia, hasta el cierre de restaurantes, bares, iglesias y cines, o simplemente el uso ya rutinario del cubrebocas.
Nada es igual. El 16 de marzo de 2020 diversas instituciones educativas de nivel privado de Coahuila, anunciaron que adelantarían la suspensión de clases a partir del martes 17 de marzo, adelantándose una semana al acuerdo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de suspender las clases a partir del día 23 a causa del COVID-19.
A la fecha únicamente 130 colegios tienen un modelo semipresencial en la entidad. El resto sigue con clases virtuales y apenas en febrero se anunció el regreso a clases presenciales para los sistemas Conafe, Cecytec, Cobac y Conalep.
Nada es igual. El 18 de marzo de 2020 el Consejo Estatal de Salud anunció medidas de control y prevención como la suspensión de eventos masivos de todo tipo, el cierre temporal de espacios públicos, cerrar bares, centros nocturnos, discotecas, antros y otros negocios de giro nocturno. A la fecha hay una reactivación de esos giros pero no al 100 por ciento. Se mantienen protocolos y restricciones de aforos. Además, los eventos masivos como conciertos o juegos de futbol, siguen prohibidos.
Nada es igual. El 6 de abril de 2020 el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, dispuso que toda la población en la entidad deberá usar obligatoriamente cubrebocas. Hoy, el cubrebocas es una prenda indispensable en nuestra vida diaria.

Nada es igual. El 7 de abril se emitió un decreto para el manejo seguro y disposición de cadáveres por COVID-19. A la fecha, perder a un familiar no es lo mismo. El derecho a despedirse de un ser querido se nos ha arrebatado y vivir el duelo se ha modificado.
Nada es igual. Después de los cierres de empresas, se reactivaron actividades esenciales. El 11 de mayo comenzó en la entidad una reactivación que ha sido complicada: Coahuila perdió más de 38 mil empleos de abril a junio y es fecha que todavía se lucha por recuperarlos. Hubo cierre de empresas, y negocios de todos giros.
Nada es igual. En agosto del año pasado se autorizó la reapertura de cines pero el aforo permitido es limitado y la afluencia es mínima.
A la fecha suman más de 66 mil contagios de coronavirus y más de 5 mil 600 muertes en Coahuila. Prácticamente todos conocen o han vivido un caso cercano. Y desde esa experiencia personal, nada es igual.