Vivir en libertad, pero con Dios: Obispo de Saltillo
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Saltillo, Coahuila.- El Obispo de Saltillo, Monseñor Hilario González García, exhortó a los saltillenses a seguir a Jesús con toda libertad en su mensaje semanal a la comunidad.
Recordó a los feligreses que, al elegir vivir la religión católica, se ha decidido conocer y acompañar a Jesús, y es el Espíritu ofrece la libertad para seguirlo de todo corazón.
“Bendiciones de paz y gozo en el Señor a toda la comunidad diocesana de Saltillo y a todas las personas de buena voluntad con las que caminamos juntos buscando el bien común. En el Evangelio de este domingo vemos a Jesús tomando la firme determinación de ir a Jerusalén para cumplir con su misión.
Y en este camino, Jesús sigue llamando discípulos que con toda libertad se unan a Él, presentando exigencias que es preciso asumir en libertad”, explicó Monseñor.
Señaló que la primera exigencia es la libertad de conciencia o del corazón, que significa acompañar a Jesús ante personas que lo rechazan o no lo aceptan.
“Es preciso tener la libertad para disponernos a superar las críticas y no cultivar sentimientos de rencor. Implica también la bondad y rectitud de conciencia para superar la tentación de reaccionar con agresiones”, explicó.
La segunda exigencia, manifestó, es la libertad con respecto a los bienes materiales que significa acompañar a Jesús quien pide un generoso desprendimiento que invita a poner la seguridad en el Señor más que en los bienes que se puedan tener, incluso los más necesarios para subsistir.
“Es la libertad para utilizar los bienes, no como posesiones egoístas, sino como medios para servir a los demás”, reiteró.
La tercera exigencia, agregó, es la libertad para hacer una opción de vida que involucre a toda la persona, en todo tiempo.
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“Acompañar a Jesús pide tener como prioridad vital el Reino de Dios, por encima de cualquier asunto pendiente, o aspiración personal por alcanzar. Es la libertad para sumergirse en la dinámica del servicio “hasta el extremo” como Jesús nos enseña”, recordó.
Por último la cuarta exigencia es la libertad de los afectos personales, explicando que acompañar a Jesús no es para quien está apegado a personas, o es dependiente del afecto humano; tampoco para el “insensible”, incapaz de establecer una relación afectiva sana y estable.
“Es la libertad para mantener vínculos afectivos edificantes con los demás y que contribuyen al Reino de Dios. La clave para asumir en paz y con gozo estas exigencias es la libertad que nos da el Evangelio y que Pablo nos recuerda en Gálatas. Cristo nos ha liberado para que seamos libres, nuestra vocación es la libertad, no para autosatisfacción egoísta y desordenada, sino para servir a los demás con el mismo amor de Jesús: libre, generoso y decidido”, manifestó en el evangelio.
“Quien vive según las exigencias del Espíritu supera el desorden egoísta que caracteriza la actual propuesta cultural. Quien se deja guiar por el Espíritu Santo se da cuenta de las esclavitudes que le rodean y las supera con la ayuda de la gracia divina. Quien asume en libertad amorosa hacerse servidor, a la manera de Jesús, encuentra el sentido total de su vida”, finalizó en su mensaje.